He sido adventista practicante durante los últimos 10 años. Acepto las enseñanzas bíblicas sobre alimentos limpios e inmundos y la posición de la iglesia sobre el tabaco y el alcohol. De lo contrario, elijo las partes que deseo seguir del mensaje de salud adventista. He oído que hay adventistas en todo el mundo que creen que seguir estrictamente el mensaje de salud garantiza la salvación. ¿Es esto así y por qué motivos se puede justificar?
En la Encuesta Mundial de Miembros Adventistas del Séptimo Día se informó que el 47 por ciento de los encuestados cree que la adhesión total al mensaje de salud asegura la salvación. No hay ningún consejo bíblico o del Espíritu de Profecía que respalde este punto de vista, que es claramente contrario a nuestra doctrina formal resumida por el apóstol Pablo: “Porque por gracia sois salvos mediante la fe, y esto no proviene de vosotros mismos, es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8, 9, NVI). Nuestras obras no aseguran la salvación: ¡es el don misericordioso de Dios! Nuestra oración es que no haya confusión en el futuro sobre este punto.
Algunos detalles adicionales de la encuesta pueden resultar útiles. La encuesta confirmó que más del 80 por ciento de los encuestados aceptaron el mensaje integral de salud adventista y que es fundamental para las creencias de la Iglesia Adventista. Además, coinciden en que está confirmado por la ciencia de la salud y puede mejorar tanto la calidad como la duración de la vida. Más del 90 por ciento de los miembros se abstienen de consumir alcohol y el 97 por ciento de todas las formas de tabaco. A pesar de la fuerte recomendación de la iglesia de una dieta vegetariana equilibrada, sólo el 19 por ciento de los encuestados informaron ser vegetarianos o totalmente vegetarianos (veganos).
Desde la Creación, Dios puso énfasis en el bienestar integral comenzando con nuestros padres en el Jardín del Edén: cuidado espiritual, ejercicio físico, alimentos nutritivos y tiernos vínculos relacionales entre los miembros de la primera familia. Después de la caída y el diluvio, dio instrucciones sobre alimentos limpios e inmundos, higiene y limpieza. Jesús se desarrolló integralmente en estatura (cuerpo), conocimiento (mente) y favor ante Dios (espiritual) y sus semejantes (relacional; ver Lucas 2:52). Él declaró claramente que vino para que tengamos vida “en plenitud” (Juan 10:10, NVI).
Cuando se le preguntó por qué a la incipiente iglesia se le había dado el mensaje de salud, Elena de White respondió que era porque nuestra obra aún no había terminado.* La salud es importante para que podamos ser útiles, pero también para que tengamos una mente clara y discernimiento. de verdades eternas. No nos salva el mensaje de salud. Una vida saludable puede ayudarnos a tener claridad mental para que podamos escuchar más claramente la voz del Espíritu Santo y agudizar nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Esto es especialmente cierto cuando nuestra mente no está nublada por el alcohol, el tabaco y otras drogas. Vivir el mensaje de salud puede fortalecer nuestro viaje espiritual. No sólo lo aceptemos, ¡aceptémoslo! “Ten fe en el Señor tu Dios y serás sostenido; ten fe en sus profetas y tendrás éxito” (2 Crón. 20:20, NVI).
*Ellen G. White, Mensajes seleccionados, vol. 3 (Washington, DC: Review and Herald Publ Assn., 1980), pág. 279.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
