A los voluntarios del Secretariado de la Asociación General (CG) que visitaron recientemente la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Cárdenas, Matanzas, Cuba, se les recordó el poder de la oración. La historia se ha contado muchas veces durante una década, pero aún conmueve e inspira a quienes la escuchan por primera vez, dijeron líderes de la iglesia en Cuba.
Una parada inesperada
Hace una década, era una relajante tarde de sábado para los líderes de Maranatha Volunteers International cerca de Cárdenas, hasta que se enteraron de que decenas de miembros de la iglesia estaban esperando cerca para una visita y un anuncio especial. Aparentemente, los miembros de la iglesia local habían llegado a comprender que Maranatha, un ministerio independiente de apoyo a la Iglesia Adventista que apoya el desarrollo de iglesias, escuelas y pozos de agua en todo el mundo, estaba listo para construirles un nuevo santuario. Los miembros de la iglesia habían ayunado y orado al respecto, y ahora estaban listos para presenciar la respuesta a sus oraciones.
“No habíamos planeado pasar a saludar a la congregación ese día”, dijo Kenneth Weiss, vicepresidente ejecutivo de Maranatha, al equipo del Secretariado de la Asociación General el 1 de agosto. “Pero cuando nos llevaron apresuradamente al frente para saludar a la congregación expectante, sentí esa honestidad era el mejor camino a seguir”.
Entregando malas noticias
Weiss compartió cómo ese sábado por la tarde, se paró al frente de la congregación de Cárdenas y les dijo a los miembros en términos muy claros que la información que habían recibido era inexacta. “No tenemos los fondos, así que no está en nuestros planes construir una iglesia aquí en Cárdenas”, les dijo. “Simplemente no va a suceder”.
Un momento después, un miembro de la iglesia tras otro comenzaron a llorar. “Toda la iglesia comenzó a llorar. ¡Nunca había visto nada igual! recordó Weiss. “La gente, jóvenes y mayores, lloraban en voz alta, de luto porque sus sueños se habían derrumbado de repente”. Sin saber qué hacer ni cómo reaccionar, Weiss finalmente invitó a la gente a orar, pidiéndole a Dios que interviniera.
La oración de un joven
Una joven, apenas una adolescente, se ofreció voluntaria para pasar al frente a orar. Allí levantó los brazos al cielo y oró con una voz que todos podían oír. “¡Dios, te damos gracias por la nueva iglesia que nos has provisto!” ella dijo. Luego volvió a su asiento.
Esa trascendental ocasión desencadenó una serie de acontecimientos providenciales, dijo Weiss, que mostraron cómo Dios está dispuesto a actuar cuando Sus hijos deciden poner su confianza en Él.
“Maranatha inició la construcción de la iglesia de Cárdenas en 2016, después de esperar más de 20 años a que el gobierno cubano otorgara los permisos de construcción”, dijo Weiss. Los donantes que escucharon la historia de la iglesia de Cárdenas dieron un paso adelante y el edificio se completó y dedicó en abril de 2017 . La instalación cubre 12.000 pies cuadrados (1.114 metros cuadrados) y tiene capacidad para 500 personas en el santuario principal, y más en el segundo piso. Otras salas incluyen aulas de escuela sabática, un salón de compañerismo, baños e incluso duchas.
El edificio fue diseñado para albergar el culto de la congregación local y al mismo tiempo servir como lugar para convocatorias y retiros. Es utilizado con frecuencia por la conferencia de la iglesia local y por la Unión Cubana de la Iglesia Adventista.
Una visita trascendental
La visita del equipo del Secretariado de la AG a la iglesia de Cárdenas el 1 de agosto tuvo lugar en medio de una iniciativa de extensión y misión de diez días a las congregaciones adventistas en La Habana. A finales de julio y principios de agosto, un equipo de dos docenas de voluntarios que sirven en la sede mundial de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, rasparon y pintaron edificios de la iglesia, hicieron reparaciones menores, predicaron el evangelio y compartieron sus testimonios en varios congregaciones en la capital de Cuba.
La visita a la iglesia de Cárdenas, ubicada en la provincia de Matanzas, a un par de horas al este de La Habana, puso en primer plano los esfuerzos de Maranatha en toda la isla para apoyar a la Iglesia Adventista en Cuba, dijeron líderes de la iglesia regional. Durante la visita, los invitados recorrieron las instalaciones, disfrutaron de una abundante comida y escucharon historias de cómo Dios ha estado activo en esa región de la isla.
Un lugar de luz
Cuando el equipo de la AG visitó Cárdenas, los miembros locales y regionales se estaban preparando para la llegada de unos 300 jóvenes adventistas al día siguiente. “Dormirán aquí, comerán aquí y adorarán en nuestro santuario”, dijo Aldo Pérez, presidente de la Asociación de la Unión Cubana, al equipo visitante. “La iglesia de Cárdenas es el lugar de encuentro de la iglesia en Cuba, el lugar de preferencia para muchos de nuestros eventos eclesiales”.
Es algo que resalta la importancia del sueño, de la oración y de avanzar en la fe, dijo Pérez.
“La construcción e inauguración de esta iglesia fue un punto de inflexión para la Iglesia Adventista en Cuba”, dijo Pérez. Los líderes de la iglesia regional señalaron que la iglesia de Cárdenas ha sido construida en un lugar conocido por la práctica de la santería, una religión afrocaribeña que combina elementos del cristianismo y el espiritismo. “Es en el lugar más oscuro donde la luz de Dios brilla más”, dijeron los líderes de la iglesia. “Desde aquí, fuertes rayos iluminan toda la isla”.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
