Roy Martin Poyser, nacido en 1939, se había criado como adventista del séptimo día en Australia, pero no estaba interesado en las cosas espirituales ni en asistir a la iglesia.
A los 14 años, abandonó la escuela y finalmente se dedicó a la apicultura. Durante los siguientes 15 años, se puso a sí mismo en primer lugar y no se preocupó por Dios. Bebía alcohol y estaba enganchado a la nicotina. Antes de comprar comida, siempre compraba cigarrillos.
A los 30 años, Poyser tuvo una experiencia dramática que cambió por completo el curso de su vida. Necesitaba comprar un camión más grande para respaldar su negocio en crecimiento, pero cuando llegó al patio de camiones, estaba cerrado. Entonces, consiguió una habitación en un pub local, tomó unas copas y fumó mucho.
Unos meses antes del viaje, había escuchado una voz que le hablaba al corazón: “Tu cuerpo es el templo de Dios, y si destruyes ese templo, tendré que destruirte a ti”. Aunque llegó al punto de querer dejar de fumar, no pudo dejarlo. Cuando llegó a su habitación en el pub, encontró una Biblia Gideons en su cama. Aunque conocía bastante bien la Biblia, no quería seguirla.
Esa noche, sin embargo, Poyser, por alguna razón, comenzó a leer la descripción de Jesús en los Evangelios. Sorprendentemente, pudo entender lo que estaba leyendo y derritió su corazón. Cayó de rodillas, comenzó a llorar y dijo: “Si puedes resucitar a la gente, tal vez puedas ayudarme a mí también”.
Poyser se metió en la cama y se durmió. Por lo general, cuando se despertaba por primera vez, necesitaba un cigarrillo. Pero a la mañana siguiente, la adicción se había ido. Mientras salía del pub, miró al cielo y pensó: “Hay alguien ahí arriba. Nunca lo conocí, pero respondió mi oración”. Esta experiencia cambió por completo su vida.
Poco después de su conversión, tanto Poyser como su esposa, Vicki, fueron bautizados en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Como muchos otros que experimentan una experiencia de conversión dramática, se preguntó si debería convertirse en pastor. Curiosamente, su pastor le dijo: “Los ministros pueden llegar a ciertas áreas de la sociedad, pero nunca podrán llegar a los apicultores como tú. Tienes un campo de misión único. Entonces, a menos que Dios te llame a ser pastor, deberías considerar hacer otra cosa”.
Poyser volvió a su negocio de apicultura y desde entonces ha sido misionero de los apicultores. Ha estado activo en la iglesia, activo en la divulgación y compartiendo su fe con muchos en el interior que de otro modo serían difíciles de alcanzar.
El relato se basa en Jared Martin, “A Savior in the Swamp: The Incredible Story of an Aussie Beekeeper” (artículo de investigación, Andrews University, 2020).
Fuente: https://www.adventistworld.org/
