Los equipos de respuesta de emergencia de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) están en el terreno en Marruecos listos para brindar ayuda humanitaria a las víctimas después del mortal terremoto y sus réplicas que devastaron el país. el 8 de septiembre. El gran terremoto, con una magnitud de 6,8 y una profundidad de 18,5 kilómetros (aproximadamente 11,5 millas), causó destrucción masiva y pérdida de vidas, dejando a innumerables personas y pueblos con una necesidad desesperada de asistencia, según funcionarios locales.
“ADRA está comprometida a garantizar el bienestar y la seguridad de las comunidades afectadas durante todo el proceso de recuperación. ADRA ha desplegado personal de respuesta a desastres de España y otras oficinas globales para evaluar activamente la situación y brindar ayuda urgente a los necesitados”, dice Mario Oliveira, director de manejo de emergencias de ADRA Internacional. “Instamos a la comunidad internacional a recordar en sus oraciones a las miles de familias que han perdido a sus seres queridos y ahora se encuentran sin hogar y a solidarizarse con Marruecos en apoyo de los esfuerzos de recuperación. Trabajando juntos, podemos marcar una diferencia significativa en las vidas de los afectados por esta tragedia”.
El epicentro del terremoto se produjo en las montañas del Alto Atlas, a 71 kilómetros (44 millas) al suroeste de Marrakech. Según la ONU, la tragedia ha desplazado a más de 300.000 personas, ha dejado a miles de heridos y sin hogar y ha matado a más de 2.900 personas. El número de muertos sigue aumentando mientras los equipos de búsqueda y rescate luchan por liberar a las víctimas atrapadas bajo los escombros. Los expertos indican que el terremoto es el más grande que ha afectado al país del norte de África en 120 años.
Las Naciones Unidas creen que más de 100.000 niños se han visto afectados por el grave terremoto. Las necesidades más apremiantes, según las autoridades locales, son alojamiento de emergencia, saneamiento y suministro de agua, y atención médica.
Fuente: https://adra.org/
