Solía odiar ser diferente.
Mis primeros seis años de educación fueron en una escuela primaria del gobierno. Mi hermano y yo éramos los únicos adventistas en la escuela, y rápidamente aprendí que nuestro estilo de vida era bastante diferente al de los otros niños. Mis amigos podían jugar netball los sábados, por ejemplo, mientras yo tenía que ir a la iglesia. Y ser vegetariano no era tan convencional como lo es hoy. Nos consideraban un poco extraños.
Los años de la escuela secundaria fueron un poco más fáciles ya que íbamos a una escuela adventista. Durante el horario escolar había niños como nosotros. ¡Qué alivio! Pero tuvimos que caminar bastante para ir y venir de la escuela: tomamos dos trenes y dos autobuses. Como éramos los únicos adventistas en nuestro suburbio, viajábamos con niños de otras escuelas. Llegamos a ser conocidos como los “Marmitas”, presumiblemente por el vínculo de la Iglesia con el Sanatorio. “¡Hola, Marmite!” gritarían en el autobús para el deleite de sus amigos que se reían disimuladamente. Ahora bien, si yo fuera un adolescente asertivo, los comentarios habrían sido descartados con una réplica ingeniosa. Pero no lo estaba. Era tímido e introvertido, y las burlas me hacían sentir avergonzado. Quería ser como todos los demás.
Avance rápido unos años y me he dado cuenta de cómo ser “diferente” ha sido una verdadera bendición en mi vida. Y aprecio el hecho de que al ser diferente, la Iglesia ha sido pionera. Particularmente en el área de la salud, la Iglesia ha liderado el camino fomentando una dieta basada en plantas, recibiendo suficiente agua, ejercicio y luz solar, y absteniéndose del tabaco y otras drogas. El resto del mundo se está poniendo al día con las ideas que hemos estado promoviendo durante décadas.
El sábado también es una maravillosa bendición. Puede que nos haga diferentes a otras iglesias cristianas, y eso está bien. De hecho, el sábado es probablemente más relevante que nunca en esta era de agotamiento y desconexión. Aquí en Adventist Media, creemos que el sábado es algo para celebrar y es hora de que otros lo sepan. Estamos trabajando en una campaña para compartir los beneficios de este día especial con la comunidad en general. Nos encantaría que todos ustedes participaran, así que estén atentos. Compartiremos más en las próximas semanas.
Solía odiar ser diferente, pero ahora sé que tener un punto de diferencia puede ser algo muy bueno.
Fuente: https://record.adventistchurch.com/
