Relatoría de un Sábado Joven

Comentarios 2022.01.08

“Una vida en misión” fue el título de un Sábado Joven que desarrolló la Asociación Central este pasado 8 de enero para el Distrito de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Sancti Spiritus. Como es costumbre, el programa estuvo compuesto por: Devocional, Alabanzas, Escuela Sabática, Tiempo de Oración, Lección General, Sermón y Seminarios en el horario de la tarde. Como sorpresas del día hubo un bautizo y la presentación de una recién nacida, ambas relacionadas con sanidad, oraciones contestadas y milagros de Dios por la salvación de las almas. Las palabras claves del evento fueron consagración, vida en misión, llamado, propósitos.

Pudiéramos terminar esta relatoría agradeciendo a Dios por el encuentro y la confraternidad cristiana entre jóvenes y adolescentes. Sin embargo, sería puro formalismo; dejaríamos en la epidermis el verdadero sentido de un sábado de adoración para y por los jóvenes. Tras este programa existe un contenido espiritual más profundo que constituye el fin de tantos esfuerzos aunados.

Sentido espiritual de una vida en misión
Los jóvenes y adolescentes adventistas viven en un contexto actual permeado de secularismos que hacen de su cotidianidad un desafío constante de fidelidad a Dios. En esta etapa la edificación del carácter está condicionada por el grupo de amigos, los modelos de adultos, las influencias que reciben. Necesitan ser aceptados, comprendidos y tener libertad para expresarse. Sienten una especial motivación por hacer, de ahí la búsqueda de habilidades, destrezas y profesiones. Ante esto, ¿qué hace la Iglesia Adventista?

Aún en la organización de esta denominación cristiana Dios tuvo especial cuidado en su estructura. La conformación de Departamentos y Ministerios permite la inclusión de todos los miembros en alguna obra de servicio en favor de la misión para llevar el mensaje de los tres ángeles a su final cumplimiento. En ello el Ministerio Juvenil tiene un gran protagonismo siendo los jóvenes líderes por excelencia.

Desde el liderazgo de la Asociación Central se percibe una preocupación y ocupación por brindar a los jóvenes consejos y enseñanzas para estos tiempos. Su visión espiritual advierte los peligros que corren así como sus debilidades y fortalezas para enfrentarlos. De ahí parte, en oración y meditación con el Líder de líderes, la determinación de temas a tratar en cada evento.

En este programa, “una vida en misión” fue la enseñanza compartida con los jóvenes para su permanencia en la iglesia militante. Vivir en misión contribuye a la edificación del carácter para el Reino de los Cielos y es una salvaguarda contra las asechanzas del enemigo. Es un modo de vida que no se limita por un contexto epidemiológico, económico y social complejo sino que rompe las barreras de las distancias, con prudencia, haciendo del amor a Dios y al prójimo dos grandes principios de vida.

Pero, ¿qué requiere de los jóvenes “una vida en misión”?

Consagración diaria, perseverancia y voluntad para hacer. Implica un ejercicio de fe permanente. Tiempo de calidad con Dios en oración, meditación y estudio de su Palabra. El esfuerzo de doblar las rodillas para acercarse al Rey de reyes. Sometimiento y obediencia por amor a Aquel que se dio a sí mismo para que hoy podamos tener vida, en abundancia.

Por: Ms. Dianelys Hernández Oliva