¿Puede Dios confiarnos personas?

Noticias Adventistas 2023.04.30

Se me quitó una carga como pastor de una iglesia local cuando me di cuenta de las implicaciones de lo que Jesús le dijo a Pedro acerca de la iglesia. Pedro había confesado que “Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. Inmediatamente después de esto, Jesús dijo: “Edificaré mi iglesia” (Mateo 16:13-19). El pensamiento era profundo. No puedo construir la iglesia. El presidente de la Asociación General, Ted Wilson, no puede. El mejor evangelista, anciano, pastor o líder no puede edificar la iglesia. La declaración de Jesús mostró intención y propiedad. Jesús crecerá, desarrollará y moldeará la iglesia a Su manera y tiempo. La iglesia pertenece a Jesús. Él es la cabeza de la iglesia. Pensé que como pastor era responsable de guiar a otros para que esto sucediera y me desanimaba cuando no veía crecimiento en número y discipulado.

Pero no tengo que edificar la Iglesia—Jesús debe hacerlo. Sin embargo, eso no significa que yo, ni tú, no tengamos una parte. En ese momento Jesús también dijo: “A ti te doy las llaves del reino”. El reino de Dios fue un tema principal de la enseñanza de Jesús. Este reino tenía diferentes valores: alegría, perseverancia, amor. Se mostró en cómo vive la gente, cómo se preocupan por los marginados, cómo perdonan a los demás (Mateo 5-7, 13, 25). Este reino se hizo realidad en la vida de las personas cuando confesaron, como Pedro, quién es Jesús y lo siguieron. Cuando los discípulos de Jesús están con otras personas y les sirven, el reino de Dios está cerca de ellos (Mateo 10:7).

Jesús edifica la iglesia cuando Su pueblo ama como Él, ministra como Él, habla de Él y vive para Él. El crecimiento está en Jesús. Nuestra parte es vivir consistentemente según los valores y métodos de Jesús. Cuando Jesús trae ese poder a nuestras vidas y armonía a la iglesia, la iglesia crece. Esto se ilustró en el establecimiento de la iglesia después de Pentecostés en Jerusalén. La iglesia adoró, comió en pequeños grupos, aprendió, ministró y colectivamente esto fue un testimonio viviente de que Jesús realmente estaba obrando en la iglesia. Al final del pasaje dice: “El Señor añadía cada día a la iglesia los que iban siendo salvos” (Hechos 2:42-47). Es Dios quien edificó y hizo crecer esa iglesia. Jesús no ha cambiado, ahora lo hará por nuestra iglesia.

Dios edifica la iglesia cuando Él puede confiarle a la iglesia nuevas personas. ¿Puede Dios confiar en nuestra iglesia con nuevas personas? Si no, ¿qué llaves del reino necesitamos pedirle que desarrolle en nosotros ahora?


Fuente: https://record.adventistchurch.com