Un pastor de una iglesia adventista local en Australia recibió un premio por “Contribución destacada de un miembro de la comunidad escolar” por su trabajo voluntario en la escuela pública de Morisset en Nueva Gales del Sur.
Leticia Moreno, de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Avondale Memorial, fue premiada el 8 de agosto por Western Shores Learning Alliance (WSLA) en reconocimiento a su “compromiso con el Breakfast Club de la escuela y su ayuda con el aprendizaje de los estudiantes”.
Como voluntario en la escuela todos los jueves durante los últimos 18 meses, Moreno ha ayudado a ejecutar una iniciativa que proporciona desayuno a los niños cuando llegan a la escuela.
“Algunos de los niños apenas desayunan o no desayunan nada. Entonces, este puede ser el único desayuno que toman. Para otros, puede que sea simplemente un complemento”, dijo Moreno.
Ella ayuda a preparar y servir y trae pan y productos para untar donados regularmente por Annette Lamplough, miembro de la iglesia Memorial.
“Durante el tiempo que les atendemos, también nos brinda la oportunidad de hablar con los niños y ver cómo les va y conectarse con ellos mientras hablan sobre sus pasatiempos, amistades y familia”, explicó Moreno.
Además del Breakfast Club, también ayuda a los niños de las aulas de jardín de infantes con actividades de alfabetización. “A veces se trata de leer con los niños, a veces hablar con ellos, animarlos y escucharlos. También apoyo a las maestras de jardín de infantes en todo lo práctico”.
El premio presentado por WSLA, formado por las escuelas públicas Dora Creek, Cooranbong, Bonnells Bay, Morisset y Wyee, es parte de un evento anual que se lleva a cabo durante la Semana de la Educación en Morisset High. La nominación para el premio provino de los maestros y el personal con quienes trabaja Moreno.
Conocida como “Pastor Leticia” por los estudiantes y el personal, dijo que la escuela sabe que ella sirve en la iglesia Avondale Memorial. “Y a menudo les doy donaciones de comida u otras cosas que los miembros de la iglesia me dan para donar a la escuela”.
Según ella, ser voluntario en una escuela pública es una manera de crear un puente entre la iglesia adventista local y la comunidad.
“Mostrar a Jesús de manera práctica, cuidar y escuchar a los estudiantes y al personal, estar ahí para ellos cuando suceden cosas difíciles, es una forma de mostrar el evangelio cuando compartirlo abiertamente con palabras no es una opción. Pero las acciones a menudo hablan más que las palabras, porque nunca podría haber imaginado que recibiría este premio”, dijo, agradeciendo a la comunidad de su iglesia por el apoyo para construir ese puente.
“Puede que no entiendan todo acerca de mi fe, puede que aún no conozcan a Jesús, pero conocen y pueden apreciar el amor. El amor y el cuidado son cosas a las que todos respondemos, y es lo que Jesús nos ordenó dar como regalo a este mundo”, concluyó Moreno.
Fuente: https://www.adventistworld.org/