El viernes 16 de agosto, el Hospital Costa do Cacau de Ilhéus, Bahía, Brasil, vivió un momento único en su historia. Por primera vez, un paciente parapléjico, internado allí, fue bautizado en las instalaciones del hospital público.
La iniciativa fue organizada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día local, que instaló una piscina de 1.000 litros (264 galones) en el hospital para la ceremonia.
El bautismo, un acto simbólico de renovación espiritual y arrepentimiento por pecados pasados, siguió la decisión del paciente del hospital Felipe Santana de Nascimento, de 26 años, quien se inspiró en las visitas regulares de un grupo de jóvenes adventistas al hospital. Conscientes de la condición del paciente, el grupo de jóvenes, acompañados por el pastor de la iglesia local, comenzaron a ofrecerle apoyo espiritual y estudios bíblicos, lo que concluyó con su decisión de elegir un nuevo camino en la vida de fe.
“Era imposible conocer a Jesús y no enamorarse de Él”, explicó Felipe.
la ceremonia
El momento fue emotivo, dijeron testigos. Para realizar el bautismo, Osvaldo dos Anjos Jr., el pastor que acompañó todo el proceso de conversión del paciente, entró a la piscina, se sentó y sostuvo al paciente en su regazo para sumergirlo en las aguas.
“Es un momento muy significativo, tanto para el paciente como para todos nosotros”, dijo dos Anjos. “Este hombre nos mostró que incluso en las situaciones más difíciles, la fe puede traer transformación y esperanza. Agradecemos al hospital por permitir que se llevara a cabo esta ceremonia, respetando así los deseos del paciente”.
La coordinadora de trabajo social, Maria Lugiane Cunha, destacó la importancia de centrarse en la atención humana en los establecimientos de salud, destacando el papel de la espiritualidad como parte de un abordaje integral de la atención al paciente.
“Cuando recibimos una solicitud para realizar el bautismo, entendimos que era nuestra responsabilidad honrar los deseos del paciente”, dijo Cunha. “Aunque era algo nuevo para nosotros, trabajamos con el equipo de la Iglesia Adventista para garantizar que todo se hiciera de manera segura y respetuosa”.
Además del equipo de salud y los miembros de la iglesia, otros pacientes del hospital observaron la escena. La ceremonia buscó brindar consuelo al bautizado y trajo un sentimiento de paz y reflexión a los presentes, destacó Cunha. Explicó que la ceremonia bautismal realizada en el Hospital Costa do Cacau marcó un nuevo capítulo en la historia de la institución, afirmando su compromiso con la atención humanizada y el respeto a las dimensiones física, emocional y espiritual de sus pacientes.
“El bautismo de Felipe abre el camino para que otros pacientes puedan tener el deseo de ser bautizados”, dijo Cunha. “Podrán hacerlo incluso si están hospitalizados”.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
