Orando por un milagro

Noticias Adventistas 2023.12.28

Cuando Amelika* tenía 12 años, notó que algo andaba mal. Perdía el aliento al caminar de la sala a su dormitorio y se sentía constantemente débil y letárgica. Cuando tenía 14 años, un equipo de Open Heart International le diagnosticó una cardiopatía reumática durante un viaje de detección a Tonga, donde vive Amelika.

El corazón de Amelika estaba funcionando al 36 por ciento y seguiría deteriorándose. Sin cirugía, Amelika moriría. Pero los hospitales locales no pudieron reparar el agujero en su corazón y viajar a Australia para recibir tratamiento supera los 60.000 dólares australianos, mucho más de lo que la mayoría de la gente puede pagar.

Y así, en su cumpleaños número 14, Amelika oró por un milagro.

“Jesús, quiero vivir, quiero ser misionera extranjera como Tú”, oró. “Quiero ser adoptado en Tu familia y heredar la vida eterna en un cuerpo que no pueda descomponerse y un corazón que nunca más tenga fugas. Renueva mi corazón, arregla la gotera, dame Tu fuerza para vivir con esperanza, fe y amor sin importar cuántos días me queden”.

En septiembre, a Amelika se le concedió el milagro por el que había orado. Recibió una cirugía que le salvó la vida gracias a un equipo quirúrgico voluntario de Open Heart International.

Los cirujanos reemplazaron la válvula aórtica defectuosa de Amelika con una válvula Edwards Lifescience Inspiris Resillia. Esta solución de alta tecnología se expandirá a medida que Amelika crezca, lo que significa décadas de vida saludable y libre de estrés.

“Mi oración o deseo en mi cumpleaños se cumplió al pie de la letra”, dijo Amelika. “Hoy soy verdaderamente ‘adoptado’ en la familia de Dios y recibo una herencia de vida nueva, con un corazón renovado. Después de todo, seré misionero”.

Amelika es una de los cientos de pacientes que han sido sometidos a cirugía en los 38 años transcurridos desde que se fundó Open Heart International. Mientras visitaba a sus padres misioneros en Tonga en 1985, Russell Lee fue testigo de la falta de opciones quirúrgicas para quienes morían de enfermedades cardíacas. Junto a Rudi Morgan y el Dr. John Wallace, quienes trabajaban en el Hospital Adventista de Sydney en ese momento, el trío ofreció su tiempo y conocimientos como voluntarios para marcar la diferencia para quienes no tienen acceso a las mejores prácticas médicas. En 1986, habían logrado recaudar fondos, adquirir el equipo necesario y coordinar un pequeño grupo de personal médico y de enfermería del Hospital Adventista de Sydney para viajar a Tonga. El resto, como ellos dicen, es historia.

Hoy en día, Open Heart International es una asociación entre ADRA Australia y el Hospital Adventista de Sydney, con un propósito que sigue siendo el mismo todos estos años después: regalar las mejores prácticas quirúrgicas a las comunidades más desfavorecidas del planeta.

Tu regalo esta Navidad puede salvar una vida y sanar el corazón de niños como Amelika, dándoles una segunda oportunidad. Haga su donación hoy en ohi.org.au/christmas .

* Nombre cambiado por motivos de protección infantil.


Ashley Stanton es directora superior de medios y comunicaciones de ADRA Australia.


Fuente: https://record.adventistchurch.com/