Hacer investigación me parece una tarea abrumadora a veces, como lo es para muchos miembros de la facultad. Solía preguntarme dónde podría sacar tiempo para la investigación cuando mi tiempo ya estaba tan ocupado preparando conferencias y calificando. Esta presión se incrementó cuando se aprobó una nueva política para la clasificación de profesores en mi universidad, que requería una serie de publicaciones de investigación para avanzar en la clasificación. En los cinco años anteriores a la creación de la política, logré publicar cuatro artículos de revista como autor único y un libro con mi padre, pero sabía que tendría que aumentar mi producción de investigación.
Afortunadamente, descubrí que podía ganar los mismos puntos si la publicación se hacía sola o en colaboración con colegas, así que comencé a hablar con colegas de mi campus para encontrar socios de investigación. Como resultado, pronto publiqué tres artículos de revista en sociedad con dos colegas y me asocié con uno de mis estudiantes graduados para publicar juntos un artículo de revista.
En ese momento, un colega de otra institución me preguntó si me asociaría con él para hacer una investigación juntos. Acepté felizmente, y esto me abrió la mente para contactar a colegas de otras instituciones para investigar juntos. Como resultado de estas colaboraciones, publiqué dos artículos con tres colegas y estoy trabajando con ellos en un libro con un cuarto colega. Provienen de tres instituciones diferentes en dos continentes diferentes al mío.
Estas colaboraciones me dieron la motivación para encontrar espacio en mi apretada agenda para investigar. Teníamos plazos, nos reuníamos de forma remota para mantenernos responsables y produjimos. Me enseñó que el verdadero problema no era la falta de tiempo, sino la falta de motivación. Además de las publicaciones en colaboración, también pude publicar tres artículos por mi cuenta. En total, mientras había publicado cinco veces en los cinco años anteriores, en los últimos cinco años he publicado diez veces.
Si enfrenta la misma lucha con la investigación y la publicación que yo enfrenté hace cinco años, quiero alentarlo a encontrar socios de investigación dentro y fuera de su institución. Te dará energía, te inspirará e incluso podría mostrarte que lo que te falta no es tiempo sino motivación.
Fuente: https://www.adventisteducators.org/
