Kharom Promutit esperaba y soñaba que algún día obtendría una licenciatura y trabajaría como agricultor profesional. Planeaba estudiar en una de las universidades estatales ubicadas en la provincia de Chiang Mai. Muy pronto, después de la secundaria, decidió que era hora de ir a Chiang Mai para perseguir su ambición. Mientras se preparaba para viajar, sufrió un accidente que le impidió salir de casa. Por lo tanto, decidió estudiar en una escuela cercana en su provincia natal de Saraburi. Mission College, ahora Universidad Internacional de Asia Pacífico, una escuela administrada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Muak Lek, Saraburi, era la universidad más cercana a donde vivía, por lo que decidió intentarlo.
La mayoría de las personas en Tailandia son budistas y Kharom no fue una excepción. Se le enseñó temprano en la vida que solo él era responsable de su karma y que puede determinar el viaje que lo llevará más cerca o más lejos del nirvana. Por lo tanto, se centró en ser un buen budista realizando rituales, dando limosnas, realizando ritos sagrados, aprendiendo el sutra, obteniendo amuletos, etc.
Mientras estaba en Mission College, Kharom observó que los residentes que vivían dentro del campus aceptaban verdades separadas, completamente diferentes de las que él creía. ¡Estaba impactado de estar en una comunidad cristiana! Supuso que tal vez estaba matriculado en la escuela equivocada. Sin embargo, los maestros y los estudiantes fueron muy amables, acogedores y tolerantes. ‘Entonces, es posible ser una persona cariñosa y afectuosa aunque uno no sea budista’, pensó Kharom. Los cristianos que residen en el campus de Mission College le mostraron que es posible.
Debido a que Kharom se quedó en el dormitorio, se inscribió en un grupo de estudio bíblico. Por primera vez en su vida, encontró la verdad sobre un Dios Creador que con amor creó este vasto universo; también aprendió que uno puede comunicarse con Dios a través de la oración en cualquier momento. Era muy diferente de sus creencias budistas.
Kharom también creía en un ciclo repetido de nacimiento, vida, muerte y renacimiento, que es diferente de lo que enseña la Biblia sobre el nuevo nacimiento y la vida eterna. Compartió esta nueva enseñanza con su maestro de religión budista de la escuela donde asistió antes. Su maestro lo desafió: “¡Si sabes más sobre el budismo, puedo garantizarte que nunca cambiarás tu religión al cristianismo!”. Kharom confiaba en su maestro de religión y creía que el budismo es una buena religión. Desde entonces, dejó de pensar en ese Dios en el que creen los cristianos y dejó de quedarse en el dormitorio para evitar la influencia indebida de sus amigos cristianos.
Para reforzar su fe budista, Kharom decidió ordenarse monje budista y se esforzó por ser un buen seguidor del budismo.
Un día, sus maestros y amigos de Mission College invitaron a Kharom a asistir a una reunión campestre de evangelización. Fue allí donde se reavivó el anhelo de Dios, y se hizo tan intenso que decidió dedicar más tiempo a la oración. Un sábado, había un anciano que dio un poderoso testimonio sobre cómo Dios cambió su vida y cómo luchó para convertirse en un seguidor de Jesús. Mencionó que debió haber aceptado a Jesús como Señor y Salvador de su vida hace mucho tiempo, cuando aún era joven y no tenía que esperar la vejez. Kharom pensó: ‘¿Por qué debo esperar a la vejez para seguir a Jesús?’ Tomó la decisión de bautizarse antes de graduarse de Mission College.
En 2000, Kharom se graduó de Mission College con una licenciatura en negocios. En 2003, obtuvo una Maestría en Divinidad en el Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados (AIIAS), y en 2015, fue ordenado como ministro del evangelio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Actualmente, el pastor Kharom se desempeña como director de comunicaciones de la Misión Adventista de Tailandia (TAM).
Mamerto Guingguing, Tailandia. SSD Comunicaciones
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