Mi ministerio: libros olvidados

Noticias Adventistas 2022.01.22

Siempre me han impresionado e inspirado profundamente los testimonios de personas que están apasionadamente involucradas en ministerios personales. Impulsado por el amor de Cristo en mí, pasé mucho tiempo en oración y ayuno, humillándome ante Dios, buscando de Él los ministerios adecuados para mí. 

Además de mi deseo ardiente por el ministerio personal, también tengo una pasión por la lectura desde hace mucho tiempo, una pasión inusual que Dios plantó en una niña que creció en las escuelas de los pueblos de Fiji. Fue a través de la lectura que me obsesioné con la Santa Biblia. Fue a través de la lectura que escuché la voz de Dios hablándome. Y fue a través de la lectura de obras de otros escritores inspirados que encontré ayuda en mi viaje con nuestro Señor.

Debido a las benditas experiencias que la lectura ha forjado en mi vida, Dios impresionó en mi corazón para presentar a otros la misma oportunidad que me ha dado vida en abundancia. Este fue el nacimiento de mi “Ministerio Olvidadizo”.

Para este ministerio oro para que la impresión de Dios me indique claramente lugares para “olvidar” (dejar) los libros que he leído. Siento la solemne responsabilidad de asegurar que la verdad en los libros olvidados sea el conocimiento correcto acerca de Dios que la Biblia defiende.

En la primera página de cada libro, dejo una nota personal que incluye: mi breve respuesta al contenido del libro; el contacto de “Hope Channel Fiji” si tienen preguntas que necesitan respuestas; una solicitud sincera de que una vez que terminen de leer, deben “olvidar” nuestro libro en un lugar para que otra alma lo encuentre, lo recoja y lo lea; y finalmente, una expresión de esperanza de que los encontraré cuando Cristo finalmente regrese para llevarnos a casa.

Debido a la naturaleza de mi ministerio, no espero el placer de recibir comentarios sobre lo lejos que han viajado mis “libros olvidados”. Sin embargo, Dios en Su misericordia me ha permitido una experiencia como garantía de que los libros están haciendo “aquello para lo que fueron enviados” (Isaías 55:11).

“Olvidé” uno de mis libros de lectura favoritos As Light Lingers: Disfrutando de la Palabra de Dios (por Nina Atcheson) en la sala de espera de una clínica dental. Debido al hecho de que entré como paciente y como la recepcionista me vio olvidando el libro intencionalmente, el dentista tenía mis datos de contacto. Unos días después, me informó que había recogido mi libro y ya había comenzado a leerlo. También me aseguró que una vez que terminara, devolvería nuestro libro a la sala de espera de su clínica para que otra alma lo encuentre, lo lea y lo olvide en otro lugar si así lo deciden.

Todos los días espero escuchar a alguien testificar acerca de un libro que haya arrojado un poco de luz en su viaje de regreso a Dios. Si Dios no ve esto como una experiencia que debo tener en esta vida, entonces estoy seguro de que estoy esperando esos momentos en el cielo cuando Él me permitirá reunirme con aquellos que han leído nuestros libros y por Su gracia lograron atravesar esas puertas de perlas con a la vida eterna con Él.


Por: M


Fuente: https://record2.adventistchurch.com/