Memoria a Largo Plazo, Parte 1: Introducción

Noticias Adventistas 2022.06.24

Todo maestro espera que los estudiantes recuerden lo que enseñan. Desafortunadamente, la mayoría de las veces, los estudiantes olvidan lo que aprenden casi de inmediato. Para que la retención tenga lugar en la mente de los estudiantes, el ciclo de aprendizaje debe estar presente en las estrategias de instrucción que utiliza el maestro. El ciclo de aprendizaje consta de codificación, consolidación y recuperación. Cuando suceden estas tres cosas, los estudiantes traen la nueva información y conocimiento a sus memorias a largo plazo.

La codificación es cómo la información, el conocimiento y las habilidades ingresan al cerebro de nuestros estudiantes. Para que la información se codifique de manera efectiva, debe ir acompañada de factores útiles como la música, la asociación, las emociones, la narración de historias, el movimiento o la novedad.

En la consolidación, el cerebro reorganiza y estabiliza las huellas de la memoria (Brown, Roediger, McDaniel, 2014, pág. 73). En otras palabras, la consolidación es la capacidad de recibir nuevos conocimientos en su conocimiento de fondo, también llamados esquemas. Cuando los estudiantes reciben información nueva, pueden enriquecer la información anterior o cambiarla para darle un mejor sentido. Estas dos cosas se llaman asimilación y acomodación.

La consolidación es la forma en que el conocimiento se asienta en el cerebro del estudiante y adquiere sentido para el estudiante. Los maestros pueden ayudar a los estudiantes a consolidar la nueva información y conocimiento al proporcionarles estrategias que los ayuden a organizar y asentar esa nueva información. Las estrategias que son útiles incluyen el uso de organizadores gráficos, dispositivos de memoria, pensamiento hexagonal, metacognición, resumen, andamiaje y síntesis.

La recuperación es la capacidad de acceder a la nueva información y recordarla (Agarwal, Bain, 2017, pág. 27). Para que suceda un verdadero aprendizaje, los estudiantes deben ser capaces de sacar a relucir el conocimiento que han adquirido . Algunos ejemplos de estrategias de recuperación son volcados de cerebro, espaciado, bucles en espiral, revisiones frecuentes, tarjetas didácticas, enseñanza entre pares, cuestionarios y exámenes de libros cerrados. 

Cuando la codificación, la consolidación y la recuperación están presentes en el proceso de enseñanza y aprendizaje, los estudiantes pueden traer información a su memoria a largo plazo y recuperarla, que es, en última instancia, el objetivo de todo maestro. La información, el conocimiento y las habilidades que deben usarse para comprender nuevos conceptos, resolver problemas o aplicarlos al mundo real deben estar especialmente en la memoria a largo plazo de nuestros estudiantes. Todo lo que hacen los estudiantes en la escuela requiere memoria de una forma u otra (Weinstein, Sumeracki, Caviglioli, 2018). 

Por Yanina Jiménez


Fuente: https://adventisteducators.org/