Madagascar: plantar los árboles adecuados

Noticias Adventistas 2023.04.30

Cuando era niño, David, un agricultor de la ciudad de Mirarisoa, en Madagascar, aprendió sobre la importancia de preservar el medio ambiente, pero no estaba seguro de cómo hacerlo.

Al crecer para convertirse en agricultores de arroz, David y su esposa, Mary, lucharon para evitar que su tierra se erosionara debido a las laderas áridas. David intentó plantar árboles, pero no se dio cuenta de que los eucaliptos estaban secando el suelo. Los eucaliptos no ayudaban, y David y Mary temían que la erosión pronto destruiría su arrozal.

Cuando los agentes de campo de ADRA visitaron Mirarisoa, vieron una comunidad al borde del colapso ambiental. Rápidamente se dieron cuenta de que los agricultores necesitaban recibir capacitación en técnicas comerciales y agrícolas para solucionar la falta de seguridad alimentaria de las familias. Sin embargo, para que cualquiera de esas prácticas tuviera un impacto duradero, la comunidad necesitaba comenzar con la reforestación, que ADRA implementa como parte de su colaboración con USAID para apoyar a los grupos comunitarios en el desarrollo y conservación de sus recursos naturales para minimizar la inseguridad alimentaria.

El proceso de plantar árboles en la tierra protegería el suelo de la erosión y lo ayudaría a retener el agua. Sin embargo, se tuvieron que plantar los árboles correctos, árboles de acacia, para reforestar la región. En lugar de secar el suelo como lo habían hecho los eucaliptos, las acacias retendrían el agua bajo tierra.

ADRA proporcionó plántulas, equipos y suministros, y ofreció incentivos para que los miembros de la comunidad ayuden con la plantación de árboles. En dos días, 3.000 plántulas de acacia salpicaban la ladera que dominaba el campo de arroz de David y Mary.

Al año siguiente, David y Mary decidieron plantar aún más árboles. Contrataron trabajadores y trajeron amigos de la comunidad para ayudar. Un mes después, plantaron 2500 plántulas adicionales, todo mientras continuaban trabajando en su campo de arroz. “Estábamos muy cansados ​​a fin de mes”, dice Mary.

Ahora, la pareja mira hacia el futuro con confianza sabiendo que sus esfuerzos y los árboles correctos de ADRA preservaron sus tierras de cultivo. David y Mary no imaginan a sus hijos y nietos trabajando duro en el calor hirviente y la tierra seca. En cambio, ven un futuro rico y verde donde un bosque protegerá sus campos de arroz para las generaciones venideras.

“Espero que mis nietos hereden un entorno bueno y verde”, dice David. “Podrán decir que esto es lo que sembraron mis abuelos para mí”.


Fuente: https://adra.org/