Del 24 al 31 de julio, el personal y los voluntarios de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) Europa y sus socios organizaron siete talleres de simulación de desastres para más de 170 participantes adolescentes y adultos. Los trabajadores de ADRA Eslovenia, ADRA Hungría, ADRA Finlandia y ADRA Austria ayudaron a llevar los talleres al Camporee Pathfinder de la División Transeuropea (TED) en Sopron, Hungría.
El objetivo era educar e inspirar a las mentes jóvenes en este evento internacional sobre el trabajo de ADRA (servicio compasivo, respuesta ante desastres, trabajo en equipo, comunicación) y las diversas profesiones requeridas en las agencias de ayuda.
Divididos en cuatro subgrupos, los participantes tuvieron la oportunidad de experimentar un escenario de desastre por inundación, lo que les permitió apreciar de nuevo la complejidad y el entorno cambiante que caracteriza el trabajo del personal de respuesta a desastres.
Recrear un escenario de desastre
Los participantes se vieron inmersos en un entorno de desastre que los impulsó a pensar rápido y tomar decisiones rápidas para ayudar a las comunidades afectadas. Cada uno de los cuatro equipos tenía un papel distinto que desempeñar en el proceso general de respuesta al desastre. Un Equipo de Respuesta a Emergencias (ERT) fue el equipo de la sede responsable de la coordinación general y la planificación del proyecto, mientras que un equipo de Comunicación y Recaudación de Fondos fue responsable de informar al público y a los donantes actuales sobre la respuesta de ADRA, para recaudar donaciones (en efectivo y en especie) y responder a las solicitudes de los medios.
Un equipo de evaluación se acercó a la comunidad afectada en otra parte del campamento, evaluó sus necesidades agudas y respondió a ellas, reportando información a la sede y a los equipos de comunicación, y participando en la simulación de rescate de una persona atrapada bajo un techo derrumbado. Finalmente, un equipo Técnico se encargó de montar y acondicionar una carpa a modo de oficina, desde la cual pudiera operar la sede y el equipo de comunicación, y luego construir un refugio para albergar a los damnificados de la inundación del simulacro.
“Comunicación con el equipo de evaluación, ¿me oyes?” se escuchó entre los miembros del equipo. Al colaborar de cerca y comunicarse a través de walkie-talkies a lo largo del ejercicio, los participantes obtuvieron información valiosa sobre la importancia del trabajo en equipo y la comunicación en tiempos de crisis.
Experimentar la presión del tiempo y otros desafíos
La presión del tiempo es una realidad en cualquier operación de respuesta a desastres. Los participantes se empujaron unos a otros para brindar información, preparar presupuestos para los donantes o recolectar artículos de socorro que se necesitaban con urgencia, lo que aseguró que todos los miembros del equipo sintieran la intensidad que acompaña a este tipo de situaciones.
Los equipos enfrentaron numerosos desafíos, como encontrar los recursos o equipos apropiados, superar las barreras del idioma y enfrentar una serie de “interrupciones” creadas por los líderes de la simulación, como el rescate de una persona atrapada o una entrevista televisiva de alto nivel, que probaron sus habilidades para tomar decisiones rápidas y trabajar más allá de las tareas inicialmente asignadas.
Una oportunidad de aprendizaje divertida y valiosa
Durante la sesión informativa posterior al taller, varios participantes adultos que habían recaudado fondos entre pares para ADRA en el pasado expresaron su nuevo respeto y amor por este trabajo en la vida real y cómo este ejercicio había ampliado su comprensión del trabajo de ADRA.
Los adolescentes se sorprendieron especialmente por la complejidad de las tareas entrantes rápidas y el cambio constante de entorno, y reflexionaron sobre sus habilidades de trabajo en equipo. Aparte de la intensa actividad, también se divirtieron mucho filmando entrevistas en video, o se echaron a reír cuando los jóvenes actores que representaban a las víctimas de las inundaciones interpretaron muy bien su papel.
Inspirando futuras carreras en agencias de ayuda
ADRA, como organización humanitaria cristiana, necesita jóvenes motivados, compasivos y listos para crear un cambio positivo en el mundo, dijeron los líderes de ADRA Europa. Unirse a ADRA como miembro del personal significa convertirse en parte de una red global de profesionales que están comprometidos a mejorar vidas y construir un futuro mejor.
“El objetivo de nuestros talleres era plantar una semilla en los corazones y las mentes de nuestros jóvenes participantes y nos encantaría dar la bienvenida a algunos de ellos en el futuro como voluntarios o personal en nuestros equipos en toda Europa y más allá”, dijeron.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
