El libro de la naturaleza de Dios tiene muchas lecciones para nosotros como educadores, y una de sus lecciones importantes para nosotros es sobre la importancia de valorar las diversas necesidades y cualidades de nuestros alumnos. En esta serie, buscaremos en el jardín estas lecciones. Antes de comenzar, consideremos por qué estas lecciones son tan importantes para nosotros como educadores.
La historia de la experiencia educativa infantil de Thomas Edison destaca la importancia de apreciar estas lecciones al mostrar los errores que podemos cometer al no valorar la diversidad. Goldberg relata la historia de esta manera:
Se cuenta la historia que un día, siendo un niño pequeño, Thomas Edison llegó a casa de la escuela y le dio un papel a su madre. Él dijo: “Mamá, mi maestra me dio este papel y me dijo que solo tú debes leerlo. ¿Qué dice?”
Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras leía la carta en voz alta a su hijo: “Tu hijo es un genio. Esta escuela es demasiado pequeña para él y no tiene buenos maestros para entrenarlo. Por favor, enséñele usted mismo.
Muchos años después, Edison estaba revisando un armario después de la muerte de su madre, encontró la carta y leyó su verdadero mensaje: “Tu hijo es mentalmente deficiente. No podemos dejar que asista a nuestra escuela nunca más. Es expulsado”. Al apreciar las cualidades especiales de su hijo, su madre lo crió para que alcanzara su mejor yo. Resultó que Edison tenía una discapacidad auditiva que no se dio cuenta hasta los 12 años. Esta es la razón probable por la que a menudo se distraía fácilmente mientras los maestros enseñaban. Fue etiquetado como aburrido o deficiente debido a sus diferencias, pero en realidad era muy brillante. Los juicios prematuros llevaron a sus maestros a perder su potencial y lo descartaron como un niño sin esperanza.
Como educadores, nuestro objetivo es sacar lo mejor de cada estudiante y evitar el error de juzgar a los estudiantes de una manera que perjudique su crecimiento y nos impida conectarnos con ellos. Las lecciones de la naturaleza, tal como se observan a través de los vegetales en un jardín, pueden ayudarnos a lograr estos objetivos. En nuestro próximo artículo, veremos lo que el jardín tiene para enseñarnos sobre los peligros y las posibles ventajas de etiquetar a los alumnos.
Por Constance Chifamba. Profesora en la Universidad de Solusi, campus de Harare.
Fuente: https://adventisteducators.org/
