La obra de la Escuela Sabática es importante,
y todos los que están interesados en la verdad
deben tratar de hacerla prosperar. _ TES 118.
La aspiración de la Iglesia Adventista del Séptimo Día con la Escuela Sabática es educar al Pueblo de Dios. Este tipo de educación tiene un carácter trascendente pues debe influir en el carácter de las personas, para hacerlo semejante al carácter de Jesucristo. E. White definió esta educación como: el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales[1].
De manera que, la Escuela Sabática, que es el espacio que comprende todas las actividades antes del culto, debe contemplar acciones de carácter didáctico, o sea, destinados a la educación de las personas, entendiendo dentro de este concepto el aprendizaje y la formación de valores cristianos que van a ser reflejados luego en una conducta cristiana.
Hoy celebramos que aún el tiempo y las condiciones desfavorables es casi todas las ocasiones no han imposibilitado que la Escuela Sabática salga victoriosa en su empeño. Así ocurre siempre con los planes divinos, son sometidos a pruebas pero no sucumben.
La Escuela Sabática en Cuba cobra una significación especial, su valor se redimensiona cada día y encontramos varios fundamentos para esta aseveración.
¿Cuáles serían pues los fundamentos que permiten calificar a la Escuela Sabática como valiosa y pertinente en la comunidad adventista de Cuba?
- Somos la única iglesia con una institución educativa dentro del culto a Dios.
Es un privilegio que nuestra iglesia haya previsto esta fuente de instrucción y educación religiosa como parte del culto y la devoción a Dios. Con este tiempo que dedicamos a escudriñar las Escrituras estamos cumpliendo con varias de las recomendaciones divinas para hacernos reconocer como sus discípulos. Cobra más sentido este espacio por el hecho de que nuestro culto se desarrolla en el Día Santo de Dios, lo que le aporta a este tipo de educación la espiritualidad necesaria. En sábado nuestra mente y nuestro espíritu están más serenos, dejamos a un lado toda preocupación y nos disponemos a aprender.
Con nuestra participación en la Escuela Sabática estamos adorando a Dios en espíritu y en verdad, estamos diciéndole a Jesús: “mira, enséñanos, somos tus discípulos” y a la vez estamos recibiendo un beneficio inigualable, porque dejamos que Jesús moldee nuestro carácter y conduzca nuestra mente por el camino de la salvación.
- La Escuela Sabática es el único espacio pedagógico que posee la Iglesia para sistematizar experiencias cristianas.
En nuestro país tenemos la desventaja de no contar con un sistema de influencias educativas cristianas que abarque la escuela y la sociedad, especialmente, los medios de comunicación; a veces la familia no tiene la capacidad o la disposición para ejercer una educación satisfactoria.
Es en la Escuela Sabática donde los niños, jóvenes y adultos pueden entrar en contacto con esa orientación pedagógica, que es totalmente profesionalizada, amén de que no siempre se cuenta con el personal requerido para impartir las clases; pero sí se aprovecha el deseo de los hermanos dispuestos a la tarea y capacitados para servir.
Por otra parte, la sistematicidad de estos encuentros, o sea el hecho de que cada sábado nos encontremos en un mismo grupo, con iguales intenciones: aprender y demostrar lo aprendido, brinda la posibilidad de expresar nuestras experiencias cristianas, reforzar lo aprendido o cambiar formas de pensar, en el diálogo y el debate como medio de sistematización del conocimiento. Hoy en día la Pedagogía reconoce estos espacios de diálogo como muy significativos para el aprendizaje.
Si nos privamos de la Escuela Sabática estamos corriendo el riesgo de perder el único espacio para la confrontación de los aprendizajes cristianos y no ejercitar diariamente el estudio de la palabra. El estudio diario de una lección bíblica nos protege contra los peligros a que nos exponemos cuando no estamos vinculados a Jesús.
- Los materiales de estudio que provee la Escuela Sabática están diseñados con una exquisita actualización pedagógica.
Los pedagogos de experiencia en el país coinciden en afirmar que el folleto de Escuela Sabática es un material muy bien diseñado, contiene los elementos del conocimiento que necesitamos para nuestra formación cristiana y cada clase es enfocada hacia objetivos pedagógicos que abarcan lo que se aprende, cómo se aprende y para qué se aprende.
Si aún los maestros no lo son profesionalmente, tienen un folleto preparado para ellos al respecto en el que se guía con acertada conducción didáctica, por lo que es un referente muy valioso.
Si aprovecháramos todos los días el conocimiento que proveen los folletos y respondiésemos las preguntas de cada lección nos convenceríamos de la ayuda proporcionada y muy pronto veríamos los frutos en nuestra conducta.
- El tiempo que se dedica al estudio de la lección es un tiempo de libertad.
Jesús nos ha prometido que la verdad nos hará libres (Juan 8:32). Este tiempo que dedicamos a estudiar las lecciones de Escuela Sabática nos conectamos con Jesús y Él nos enseña la verdad, su verdad es liberadora.
Conectados con Jesucristo, con la Biblia y con el Espíritu Santo estamos libres de lo absurdo, lo insignificante, lo irrelevante, lo pasajero, lo efímero, en fin de toda la basura que nos rodea. Nos permite ver la basura, recogerla y botarla. En esos momentos estamos libres del trabajo y del entretenimiento banal, viajamos libremente por el universo de nuestro creador y respiramos oxígeno sin contaminación.
También en esos momentos ocurre algo imperceptible para el ojo humano y es que nuestra mente crece, se expande y se reordena con los nuevos conceptos, ideas y juicios, nuestra mente se libera de las ataduras que nosotros le ponemos y se hace una con Dios.
- La Escuela Sabática enfoca las pautas para la formación del carácter.
Es a través de la Escuela Sabática y sus lecciones que tenemos la orientación de los atributos básicos del carácter cristiano. Sus autores tratan de encontrar las relaciones entre el texto bíblico y su implicación en la práctica religiosa, o sea, el comportamiento humano guiado por el Espíritu Santo.
Si descuidáramos el estudio de la lección perderíamos también ilustraciones básicas de cómo enfrentar el mundo, convivir en él y pertenecer, a la vez al Reino de los Cielos.
Es verdad que con el estudio de la Biblia podemos tener el ejemplo del carácter de Cristo y reconocer nuestras debilidades a partir de la comparación que establecemos entre Él y nosotros; pero con las lecciones del folleto tenemos una orientación a significados que quizás por sí solo no podamos reconocer. Se necesita muchas veces de un personal calificado y una mente muy unida a Jesucristo para develar justicia y razón en la Palabra de Dios, no porque Dios no quiera develarla a todos, sino porque sabemos que muchas veces no estamos lo suficientemente entregados y santificados como para entender verdades profundas y escudriñar mucho y bien un pasaje bíblico.
Otra de las posibilidades que nos brinda la Escuela Sabática es la de poder ver a través de imágenes dramatizadas o audiovisuales, las enseñanzas para nuestra formación cristiana, que son un complemento importantísimo para un aprendizaje efectivo; además de las relaciones personales que se establecen en el proceso de comunicación y a través de las diferentes actividades programadas.
- Es un espacio para ejercer el papel redentor y reconciliador de la educación cristiana adventista para la restauración de la imagen divina en el ser humano.
El blanco redentor, restaurador y reconciliador de la educación cristiana provee el punto de reflexión y desarrollo de la misma, a través del papel del maestro, el énfasis de la lección y las acciones didácticas propuestas en la clase. Con esta orientación pedagógica es que podemos entender el plan divino.
El maestro de Escuela Sabática debe reconocer la naturaleza, la condición y las necesidades del alumno para direccionar las metas en su educación. La filosofía de la educación cristiana provee el enfoque preciso para reconocer que todos los alumnos deben ser considerados como personas que tienen un potencial infinito, ya que son hijos de Dios, que son personas cuya más grande necesidad es conocer a Jesucristo como Señor y Salvador, por lo que cada uno tiene posibilidades infinitas y eternas.
El maestro de Escuela Sabática ve la educación de esta manera, por lo que su papel es ministerial y pastoral en el sentido de que el maestro es un agente de reconciliación.
Se reconoce la importancia y vigencia de la Escuela sabática en Cuba por sus especificidades en el contexto de una sociedad influenciada por múltiples concepciones filosóficas y teológicas.
Con los peligros que se afrontan en el Tiempo del Fin, la Iglesia de Dios debe prepararse para la transformación del carácter a la luz del Espíritu Santo y esta preparación debe estar en correspondencia con la pedagogía diseñada para la Escuela Sabática, que asume la aspiración histórica de esta institución y se proyecta al fin más elevado de la educación cristiana.
[1] Educación. Elena G. de White, p.3, en formato digital.
Por: Martha María Casas Rodríguez.
Doctora en Ciencias Pedagógicas y Profesor Titular.
