En uno de los hermosos paisajes de Natal, Rio Grande do Norte, Brasil, se llevó a cabo el Parque da Cidade , una carrera organizada por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en dos modalidades: presencial y virtual, de manera unificadora, manera inclusiva.
Cada año, el proyecto ADRA RUNNERS reúne a personas que ya forman parte de otros proyectos en un único evento, que tiene como objetivo promover la salud, ampliar el conocimiento sobre ADRA y recaudar fondos para las acciones sociales desarrolladas. En su quinta edición, la carrera contó con un elemento nuevo: la inclusión de personas con discapacidad (PCD), quienes, además de participar en el desafío, contribuyeron con sus historias de cambios ocurridos con la ayuda de ADRA. Uno de ellos corría con muletas.
Personas de diferentes grupos de edad demostraron los beneficios de la búsqueda de una vida más saludable. Claudivânia Elaine, una de las corredoras, que se prepara desde hace mucho tiempo, contó su historia y comentó que inició sus actividades deportivas después de ser diagnosticada con depresión. Durante el período de la pandemia, recibió una invitación de ADRA para participar y, desde entonces, ha ganado más de 30 trofeos y medallas.
Según Elaine, “ADRA me ayudó mucho porque me sacó del fondo, me trajo la esperanza de querer vivir. Hoy cuido mi salud, hago lo que me gusta y siempre pongo a Dios primero. ” Además de la búsqueda de mejoras para su propia vida, Elaine comparte con los demás la importancia de priorizar un buen desarrollo físico, mental y espiritual. Y los niños, desde pequeños, ya siguen su ejemplo.
CUIDAR DE LOS DEMÁS Y DEL MEDIO AMBIENTE
Una máquina biodigestor móvil, creada por tecnólogos israelíes, llamó la atención de los participantes. Podrían depositar residuos orgánicos, lo cual es parte de un proceso que hizo posible la sustentabilidad, en la práctica, de manera efectiva. Según los responsables, “es una tecnología, hoy, que trae una solución para el residuo orgánico, que actualmente es un villano. El equipo, que evita la liberación, al año, de 1460 kilogramos de residuo, es beneficioso para el medio ambiente. y a los seres humanos.”
Erinaldo Costa, coordinador de ADRA para el Nordeste de Brasil, destaca que el desafío también animó a las personas a donar alimentos y otros artículos, en solidaridad con las familias en situación de vulnerabilidad. Además, reafirma una misión constante: “ADRA es un puente de esperanza para las personas que viven en los márgenes de la sociedad”.
ADRA Brasil promovió la carrera en todo el país en sus 16 oficinas regionales. Varios participantes corrieron solos, registrando virtualmente su participación.
Presente en más de 130 países, ADRA ejecuta proyectos de desarrollo comunitario y asistencia humanitaria sin distinción política, racial, religiosa, de edad, género o étnica. Durante todo el año, los corredores siempre están en actividades que fomentan la práctica del atletismo, lo que contribuye a una mejor calidad de vida.
Fuente: https://adventist.news/
