Se realizaron concursos bíblicos en el territorio de la Misión del Cáucaso Norte, en los que participaron más de 120 niños de 21 comunidades. Los concursos se llevaron a cabo en tres ciudades: Georgievsk, Nalchik y Essentuki. Durante varios meses, los participantes estudiaron un libro particular de la Biblia, Hechos, profundizando en los detalles de la vida de la primera iglesia cristiana.
Después del saludo tradicional, los equipos recibieron hojas de ruta y partieron para jugar un juego de búsqueda con tareas interesantes e inusuales. En la búsqueda en las seis estaciones, ayudaron instructores de entre los líderes de los niños, padres y pastores.
Las dos primeras tareas se referían al conocimiento de los versículos de la Biblia. Fue necesario correlacionar cada uno de los textos propuestos con su índice y viceversa.
La siguiente tarea fue creativa. La tarea de los equipos era mostrar un miniboceto sobre una de las historias bíblicas propuestas con anterioridad, que les resultara más cercana y comprensible. Así, los equipos demostraron su conocimiento del libro de los Hechos.
Una tarea particularmente interesante esperaba a los participantes en la estación Guess the Story. Su atención se centró en la pintura del artista Rafael Santi, “Ananías y Safira”. Los participantes no sabían el nombre pero tenían que entender qué tipo de historia bíblica ilustra esta imagen. Después de identificarlo, tenían que aprender lecciones prácticas de esta historia para la vida moderna y compartirlas con el instructor.
Bastante compleja fue la estación dedicada a los viajes misioneros de Pablo. Los equipos respondieron preguntas encontrando pistas en los mapas geográficos de ese período.
Una tarea inusual de la búsqueda fue una reunión de equipos con una persona que parece no saber nada acerca de Dios o de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Viniendo de la calle, se interesó en lo que estaba pasando aquí e hizo muchas preguntas. Y los participantes tenían que articular claramente qué y cómo creen.
Luego hubo preguntas bíblicas en formato de video con prueba relámpago y presentaciones. Y al final del cuestionario, cada uno de los equipos presentó una escena disfrazada que mostraba la historia elegida del libro de los Hechos.
Al completar con éxito todas las pruebas, los equipos recibieron “perlas”. Y al final, todos los grupos recibieron diplomas de participación en el concurso bíblico y un juego de mesa educativo de temas cristianos.
Luego de un delicioso almuerzo, todos los niños, acompañados de los adultos, tuvieron la oportunidad de recorrer los sitios de aquellas ciudades donde se realizaron los concursos.
La celebración de tales eventos no solo motiva a los jóvenes cristianos a participar en un estudio más profundo de las Sagradas Escrituras, sino que también ayuda a fortalecer los lazos de amistad entre ellos y, en última instancia, su crecimiento espiritual y salvación.
Por Anna Baranchuk. Rusia
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