La Administración de la División Norteamericana emite una declaración sobre el tiroteo en una escuela de Uvalde, Texas

Comunicados 2022.05.28

Lamentamos y oramos por aquellos cuyas vidas cambiaron irrevocablemente cuando un hombre armado abrió fuego ayer en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, matando a 19 estudiantes y dos adultos. Esto marca el tiroteo escolar más mortífero en la historia del estado y nuestros corazones lloran de angustia e ira contra este acto malvado.

Pero mientras oramos, debemos hacer más. Debemos encontrar una manera de terminar con este tipo de violencia atroz y sin sentido que ocurre en nuestras comunidades. Los informes nacionales indican que ha habido 27 tiroteos en escuelas en 2022 hasta el momento con heridos o muertos. Ningún estudiante debe vivir con miedo a la violencia armada. Es inaceptable que cualquiera de estos tiroteos se normalice de alguna manera.

Las palabras de una declaración votada que la Iglesia Adventista del Séptimo Día Mundial emitió hace más de 30 años, antes de la acalorada retórica política de la época, suenan verdaderas ahora: “Las armas automáticas o semiautomáticas de estilo militar están cada vez más disponibles para los civiles. En algunas áreas del mundo, es relativamente fácil adquirir este tipo de armas. Aparecen no solo en la calle sino en manos de los jóvenes en la escuela. Muchos delitos se cometen mediante el uso de este tipo de armas. Están hechos para matar gente. No tienen un uso recreativo legítimo”.

Debemos buscar en nuestras almas las formas en que podemos detener la ola de violencia e implorar a nuestros funcionarios electos que tomen medidas. Debemos buscar en nuestros corazones y mentes para priorizar la vida humana.

A partir de la declaración de la iglesia adventista mundial , “ las Búsquedas de paz y la preservación de la vida es inherente a las metas de los cristianos. El mal en manera alguna debe atacado con el mal, este debe subsanarse con bien. Los adventistas del séptimo día, junto a otras personas de buena voluntad, tienen el deseo de cooperar en disminuir y eliminar en todo lo posible, las causas que promueven e crimen.”

No podemos mantenernos pensando que estamos indefensos en éste. Podemos hacer algo. Podemos hacer nos responsables por nuestros líderes y nosotros mismos.

Y al recordar las palabras del Salmista,  esperamos que Dios sane el corazón quebrantado y sane las heridas (Salmos. 147:3, NIV).

Por Administración De La División NorteamericanaFuente: https://adventist.news/