La inspiradora adolescente de Perth, Shamira Martínez, ha sido reconocida por su trabajo al marcar la diferencia para las personas que viven con discapacidades.
La joven empresaria adventista, que vive con ceguera y discapacidad auditiva, ganó recientemente un premio Shine On del Club Rotario de los Distritos del Sur, en reconocimiento a su trabajo en la creación de productos accesibles y por su papel voluntario en Guide Dogs Western Australia y Kites ludoteca sensorial.
Shamira (Sham) también recibió el premio Ida Lloyd Fellowship Award for Inclusion, presentado por VisAbility a jóvenes menores de 30 años con baja o nula visión para facilitar sus habilidades sociales y de vida independiente y para ayudarlos a participar y participar positivamente en su comunidad.
Sham vive con una condición extremadamente rara que incluye ceguera, discapacidad auditiva y ataxia espinocerebelosa. Su familia cree que ella es la única persona en el mundo con esta condición. A pesar del impacto significativo de su condición en todos los aspectos de su vida, Sham sigue siendo una joven vibrante y positiva que simplemente quiere participar activamente y disfrutar de una vida plena.
Con el apoyo de su familia, lanzó Sham’s Beauty Products, un negocio especializado en productos como jabones, cremas para manos, baños y exfoliantes. El negocio opera con una mentalidad inclusiva. El etiquetado del producto incluye braille y el empaque accesible es una prioridad.
La tecnología de asistencia juega un papel vital para ayudar a Sham a lograr sus objetivos comerciales. Utiliza dispositivos como OrCam MyEye 2, que lee recetas y etiquetas en voz alta, y el sistema Phonak FM junto con sus implantes cocleares para mejorar su audición y comunicación. Trabajando en estrecha colaboración con su equipo de apoyo y su familia, Sham elabora sus productos a su propio ritmo, asegurando su calidad y accesibilidad.
Los comentarios de los clientes han sido abrumadoramente positivos, y muchos expresaron que los productos de Sham son los mejores que jamás hayan usado. Al incorporar ingredientes naturales y simples, Sham se esfuerza por crear productos sobresalientes que satisfagan diversas necesidades.
“La mejor parte de tener mi propio negocio es poder trabajar a mi propio ritmo y en el horario que se adapte a mis necesidades”, dijo Sham, de 18 años, que asiste a la Iglesia Adventista de Livingston.
“Hago las partes que puedo y pido ayuda con otras partes. El logro que siento al poder tener mi propio negocio es enorme. Puedo hacer cosas que otras personas hacen a mi manera. Ha abierto oportunidades que no creía que fueran posibles para mí”.
Fuente: https://record.adventistchurch.com/
