El proyecto Respuesta de emergencia a la sequía en Puntlandia (DERIP) se dirige a 800 hogares (o 4800 beneficiarios) en Somalia con transferencias de efectivo de emergencia. El proyecto es una iniciativa de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) y cuenta con la participación de personas de varios países.
En Somalia, más de dos millones de personas están desplazadas porque se han visto afectadas por la sequía en los últimos cinco años y ya no tienen un lugar al que llamar hogar fuera de los campamentos temporales. Muchas familias han perdido seres queridos, ganado y productos agrícolas como resultado de esta catástrofe.
Mamá Rukia nunca ha tenido medios para disfrutar de tres comidas al día para sus 14 hijos. Pero a lo largo de los años, ha logrado criarlos, incluso después de perder a su esposo. A pesar de todos estos desafíos, nunca se dio por vencida y dejó su hogar rural en Quraaro para venir al campamento Sunijiif en busca de comida, agua y refugio para sus hijos.
A través del comité comunitario local, el personal de ADRA Somalia la ayudó como parte de su proyecto DERIP.
“Me las arreglé para conseguir comida”, dijo una feliz Rukia. “Se podía acceder fácilmente al dinero donado por el proyecto a través de mi teléfono, lo que me dio la libertad de comprar lo que necesitaba”.
El proyecto de transferencia de dinero de ADRA ha promovido la libertad financiera de muchos, que ahora pueden comprar lo que necesitan con urgencia, como arroz, frijoles, azúcar, aceite de cocina, pasta y muchos otros productos para el hogar. “ ADRA llegó cuando no teníamos a nadie a nuestro lado, y este programa ha ayudado a muchas madres como yo que tenían dificultades para cuidar a sus hijos sin su padre”, dijo Rukia.
La mayoría de las poblaciones afectadas son familias de pastores que viven en zonas rurales remotas. Muchas de estas familias han perdido la mayor parte de su ganado y posesiones a causa de la sequía y ahora son pobres, están desoladas y son extremadamente vulnerables. Muchas familias pobres ya han abandonado sus medios de vida normales y han emigrado a lugares donde pueden buscar apoyo. Viven una vida desesperada de absoluta dependencia de los familiares, sin saber de dónde vendrá la próxima comida.
Estas familias a menudo pasan hambre y solo comen una comida al día. La situación es particularmente difícil para las familias pobres encabezadas por mujeres, aquellas con madres lactantes y niños pequeños, y aquellas con ancianos y enfermos. Las tasas de desnutrición son relativamente altas entre estas familias, que no se detendrán ante nada para vender sus posesiones para proporcionar una comida para sus hogares.
El proyecto DERIP está financiado por Swiss Solidarity y cofinanciado por ADRA Suiza junto con algunos socios de la red, incluida ADRA Italia, a través del apoyo de la Unión Italiana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
