Grupo de alabanza de la Iglesia Adventista de Santa Clara

Comentarios 2022.08.29

La adoración sabática resulta de un tiempo apartado para ofrendar al Señor los dones y talentos que les ha dado. No importa cuánto saben, si son profesionales o no. Asumen la alabanza con la responsabilidad que lleva un ministerio tan importante como la música en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Al llegar las 9:15 am, cada uno se posesiona de su instrumento musical como levitas ministrando en el templo de Dios. Y, a su hora, en su espacio, según los mensajes del día, hacen vibrar las melodías del Himanrio Adventista entre voces y acordes.

El acompañamiento instrumental de los servicios de cantos es un gran privilegio que tiene su iglesia. Referente a esto, Elena G. de White en la celebración del Congreso de la Asociación General de 1905, dijo: “Me alegro de oír los instrumentos musicales que tenéis aquí. Dios quiere que los tengamos. Él quiere que lo alabemos con el corazón, con el alma y con la voz, magnificando su nombre ante el mundo.” (Review and Heraldo, 15 de junio de 1905). Para lograr este propósito dedican esfuerzos en hacer de cada canto un fehaciente testimonio de orden, solemnidad y reverencia, semejante a la adoración celestial.

Estos jóvenes, de seguro, cuentan con la bendición de Dios pues hacen una alabanza que testifica del carácter divino. La guitarra y el piano, con armonías sencillas y agradables, demuestran la sencillez y profundidad del Evangelio.

Aunque algunos cuestionan el drums, la exactitud de sus redobles y los sonidos del bombo y platillos no opacan la espiritualidad del canto. Como instrumento en las manos de Dios, su ejecutante hace suyo el principio de humildad de Juan el Bautista: “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe” (Juan 3:30).

Cantores del Grupo de Alabanza.

Los cantores sin muchas pretenciones vocales guían la congregación con la afinación y seguridad requerida. Estos descendientes modernos de Asaf, Hemán y Jedutún con cada servicio de cantos hacen descender hasta el templo la atmósfera del cielo.

Ruido y confusión no tiene cabida mientras el orden y la cohesión vocal instrumental cimenta la alabanza de la iglesia. Estos muchachos con solo el deseo de hacer han recibido talentos para servir y edificar. Son un grupo, un verdadero grupo de alabanza que Dios ha provisto en el templo principal de Iglesia Adventista de la ciudad de Santa Clara.

Por: M.Sc. Dianelys Hernández Oliva

Tomado de: www.emadventista.blogspot.com