La prevalencia de enfermedades crónicas (definidas como una condición que dura más de un año) en el Pacífico Sur es asombrosa. Solo en Australia, una de cada 20 personas tiene diabetes, una de cada 20 tiene una afección cardíaca o vascular y una de cada cinco tiene problemas de salud mental.
En general, casi la mitad de la población tiene al menos una afección crónica.
En otros países de la División hay tasas aún más altas de enfermedades prevenibles. Qué positivo entonces ver, presentadas en la reciente Cumbre de Bienestar de ELIA, las historias de transformación radical de la vida gracias al programa CHIP. Las historias compartidas fueron locales y se repiten en todo el mundo donde el programa CHIP se usa en la comunidad local y en la iglesia.
Recientemente escuché una historia del Reino Unido donde un individuo lisiado con artritis reumatoide volvió a nadar. Esto se suma a muchas otras historias, incluida la remisión de la diabetes, la mejora de la presión arterial y el colesterol, la mejora de la salud mental, la mejora del SII y la lista continúa. . . historias de transformación de vida con comentarios como “Ahora tengo esperanza” y “Gracias por devolverme la vida”.
No puedo evitar sentirme humilde y asombrado por el poder de estas historias y la forma en que las iglesias locales y los profesionales de la medicina del estilo de vida están impactando y mejorando radicalmente la salud pública. Qué increíble activo es el programa de intervención de salud de CHIP, un programa que ahora cuenta con el respaldo de más de 46 artículos científicos revisados por pares y estudios de investigación clínica.
El Dr. Michael Greger, un médico líder mundial en medicina del estilo de vida en los EE. UU., dijo que “el mejor enfoque que he visto es CHIP”.
El Colegio Americano de Medicina del Estilo de Vida dijo “[CHIP] . . . produjo algunos de los cambios clínicos más impresionantes jamás registrados en la literatura”. ¿Las iglesias locales son centros comunitarios de influencia que impulsan experiencias y resultados transformadores de la vida y la salud reales? ¡Para mí eso suena como la entrega de una misión real!
“Yo he venido para que tengáis vida, y vida en abundancia” (Juan 10:10). Nuestra misión sigue siendo compartir la buena noticia, transformar vidas, llevar esperanza. Los programas como CHIP pueden ser el frente y el centro del apoyo a las experiencias de transformación de la vida.
¿Cómo está siendo su iglesia un centro de influencia en su comunidad?
Fuente: https://record.adventistchurch.com/
