Chipre tiene una larga tradición cristiana. Fue el primer país europeo visitado por Pablo y Bernabé y ha mantenido una perspectiva cristiana a través de los siglos. La vibrante y acogedora comunidad adventista cuenta con poco más de 100 miembros bautizados.
Del 27 al 30 de octubre de 2022, fue un momento especial para la Misión de Chipre, ya que 96 personas, adventistas y amigos de la iglesia, en su mayoría de Chipre pero también con una muy bienvenida representación de Grecia, se reunieron en la pequeña ciudad costera de Polis Chrysochous. , para el fin de semana anual de la juventud y la familia.
¡Fue un bendecido fin de semana! El orador principal, el pastor Dejan Stojković, director de Jóvenes de la División Transeuropea (TED), inspiró a los oyentes con su cautivador estilo narrativo. Retó a todos a no solo ser fanáticos de Jesús, sino seguidores comprometidos.
Con la música como parte integral de la adoración en los tiempos bíblicos, no podría ser diferente durante este fin de semana especial. La mayoría de las congregaciones de Chipre son pequeñas, lo que hace que el canto congregacional sea un desafío, pero no este fin de semana. Un mayor número de personas alabando a Dios al unísono, dirigidas por un talentoso equipo de adoración, ofrecieron una experiencia de adoración para saborear.
Junto con la nutrición espiritual, se ofrecieron oportunidades para el compañerismo y el disfrute saludable. El viernes por la tarde, los asistentes navegaron hasta la famosa Laguna Azul, donde pudieron nadar en el fresco pero refrescante mar de octubre. ¡El pastor Branislav Mirilov, presidente de la Misión de Chipre, dirigió al grupo a zambullirse desde la cubierta superior del barco!
Fue durante la tarde del sábado que experimentamos la naturaleza de Dios desde otro ángulo. Los miembros subieron a la estación de vigilancia contra incendios de Smigies, que ofrece impresionantes vistas de la campiña circundante. La naturaleza de Dios, incluso después de 6000 años de pecado y corrupción, es asombrosa en belleza y tranquilidad.
Cada año, varios amigos de familias adventistas se unen a nosotros y participan en las actividades. Dios trabaja de maneras misteriosas y, a veces, impactamos a las personas que nunca esperamos. Uno de esos momentos ocurrió durante nuestro retiro este año con los propietarios de la propiedad que se usa anualmente. Katina y su esposo han sido muy acogedores y, a menudo, escuchan las canciones y los sermones. El hermano de Katina, que vive en Nicosia, al otro lado de la isla, estuvo presente en un par de eventos pasados ayudando a su hermana. Un jubilado tranquilo, hablaba poco pero observaba mucho. Este año, estaba allí cuando llegamos, pero no pudo quedarse. Se acercó a uno de nuestros pastores y le pidió detalles sobre la ubicación de nuestra iglesia y los horarios de las reuniones en Nicosia. Parece que Dios le ha estado hablando durante los fines de semana que estuvo observando.
Fuente: https://adventist.news/
