Una familia de refugiados de Ucrania encontró refugio en la casa del empresario Carlos Dias, presidente de la Federación de Empresarios Adventistas (FE) de Portugal. Los miembros portugueses de FE están en la frontera con Ucrania, ayudando a las personas que huyen de la guerra a encontrar refugio en el país. El grupo de voluntarios ayuda a resolver problemas relacionados con el transporte, la legalización, la burocracia, la conexión de las familias anfitrionas y la organización de la escuela y el trabajo para los refugiados.
Dias abrió las puertas de su casa a Alla Kozlova, de 44 años, y a sus dos hijas, Veronika y Alexandra, de 15 y 19 años, respectivamente. Coincidentemente, la familia también es adventista y, a pesar de no haberlos visto nunca antes, no dudó en ayudarlos. “Un miembro de FE Portugal es rumano y fue a la frontera [de] Ucrania para ayudar. Una familia expresó interés en venir a Portugal. Me llamaron y acepté enseguida”, dice. Además de abrir su casa, Dias ayuda a legalizar documentos para permanecer en el país. “Tenemos que darles la mayor comodidad y amor posible”.
Alexandra describió a CNN Portugal cómo salió del país, que sufre el ataque ruso. “Con el comienzo de la guerra, empacamos [a] la 1:30 y salimos de Ucrania. El viaje fue muy difícil y terrible. Pasamos mucho tiempo en el camino sin comida, sin ganas de comer por la situación y no dormíamos”, compartió. Consiguieron salir de Ucrania, atravesaron Rumanía y finalmente llegaron a Portugal, con un total de más de 4.000 kilómetros. Fueron los primeros refugiados ucranianos en llegar a Portugal.
La familia residía en Chernihiv, que está cerca de la frontera que comparten Bielorrusia, Rusia y Ucrania. El lugar es conocido como “corredor de la muerte”, por donde ingresaron las tropas invasoras. El esposo de Alla y el padre de las niñas hablan con su esposa e hijas a través de las redes sociales; envió una foto de la casa donde vivía la familia, que ahora está completamente destruida. Permanece en la zona de conflicto porque tiene prohibido salir de Ucrania: los hombres de entre 18 y 60 años y naturalizados en el país tienen prohibido salir.
Alexandra dice que el plan para los próximos días es tratar de organizar la vida en Aveiro. “Mi hermana va a intentar volver a la escuela, y [ella] y yo queremos encontrar un trabajo porque necesitamos ayudar a la familia”, detalla. Sin embargo, la joven deja claro que su mayor deseo es que termine la guerra para poder volver a Ucrania y estar con su familia. Si bien la guerra no ha terminado, Dias trata de minimizar el sufrimiento de la familia refugiada tanto como sea posible y ha establecido una regla de la casa: “No hables de guerra, política y tristeza”.
SOPORTE ADRA
La Iglesia Adventista del Séptimo Día proporciona apoyo para la crisis en Ucrania a través de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) . Trabaja en las fronteras del país de Europa del Este, distribuyendo alimentos, agua, materiales de higiene y albergue a los refugiados.
Por: CHARLIE ALVES
Fuente: https://adventist.news/
