Estudioso analiza cómo podemos aprender a “vivir con nosotros mismos”

Noticias Adventistas 2023.08.19

En la Biblia, el rey David escribió: “Purifícame con hisopo y quedaré limpio; lávame y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado” (Sal. 51:7, 8, NVI). Cuando David escribió estas palabras, estaba experimentando una lucha moral, según Kenneth Pargament, un renombrado erudito sobre el tema de integración de la espiritualidad y la psicoterapia sobre el tema de las luchas espirituales, en su presentación plenaria en la Conferencia Adventista sobre Investigación y Práctica Familiar 2023. Lo mismo podría decirse del apóstol Pablo, que escribió: “No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco [Rom. 7:15]”, dijo Pargament.

Pargament, profesor de psicología emérito de la Universidad Bowling Green State y profesor adjunto del Departamento de Psiquiatría Menninger en el Colegio de Medicina Baylor, ofreció una segunda presentación, en el segundo día de la conferencia. La conferencia fue una sociedad entre el departamento de ministerios de familia de la Asociación General y el Departamento de Discipulado y Educación del Desarrollo en el Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews, la Escuela de Trabajo Social, y el Instituto para la Prevención de Adicciones de la Universidad Andrews. Este año, el evento se enfocó en las familias y la salud emocional bajo el lema “Esperanza, Sanación y Progreso”.

Willie Oliver, director del Departamento de Ministerios de Familia de la Asociación General explicó que el propósito del evento es ofrecer algunas presentaciones con base científica sobre temas de importancia para la salud mental de la familia. Al mismo tiempo, se invitó a los profesionales adventistas a compartir enfoques teológicos y bíblicos relacionados con el tema, expresó.

Oliver dijo que se sintió feliz de reportar sobre el alcance extensivo de la conferencia. “Hubo gente que se registró desde 115 países en cada división de [la iglesia mundial]”, dijo. “De las más de dos mil personas que se registraron, hubo unos setecientos participantes reales durante la conferencia ‘en vivo’. Los matriculados también sabían que podían acceder a las presentaciones — los plenarios y las sesiones simultáneas — en ACFRP.org en cualquier momento después de la conferencia, por lo que personas de diversos husos horarios pero que no lograron acceder a la conferencia en vivo pueden regresar y experimentar las presentaciones”.

Las raíces de las luchas morales

En su presentación del 21 de julio, Pargament comenzó explicando que las luchas morales constituyen un tipo particular de lucha espiritual. “Las luchas morales son esas tensiones, conflictos, y presiones relacionados con la incongruencia entre los valores o normas morales propios y las acciones propias”, expresó.

Las luchas morales se desprenden del hecho de que los seres humanos somos “seres morales motivados en diverso grado por un conjunto más elevado de valores y principios que definen lo que realmente significa ser una buena persona”, explicó Pargament, “y el hecho de que somos un contenedor de impulsos, apetitos e imperfecciones que requieren atención. Tanto nuestros yos más elevados como nuestros yos más impulsivos son partes fundamentales de lo que somos. Sin un sentido de un propósito mayor, muchos sentirían que la vida está vacía y carece de sentido alguno”.

Al mismo tiempo, dijo, somos seres biológicos, “con apetitos e impulsos que tienen que ser atendidos si es que esperamos sobrevivir. Las luchas morales se producen cuando surgen las dificultades para regular ya sea uno o ambos de esos aspectos, reconciliando los dos mutuamente”.

Brindó un par de ejemplos de luchas morales. “Una esposa, incapaz de reconciliar su continua participación en una aventura extramarital […]; los obreros de salud que trataron a pacientes con COVID, que tuvieron que jugar el papel de Dios, decidiendo quién tendría acceso a […] los respiradores que en potencia podían salvar vidas”, expresó.

Prevalencia y consecuencias

Las luchas morales son comunes, dijo Pargament, e hizo referencia a un estudio de 2014 que halló que el 57,5 por ciento de los adultos dijo haber experimentado una lucha moral en las últimas semanas. Entre los veteranos militares, las luchas morales son las más comunes de todas las luchas espirituales, añadió. Y dos terceras partes de los estudiantes universitarios que ven pornografía en línea reportan señales de luchas morales.

“Las luchas morales crean interrogantes profundamente problemáticos, tales como: ‘¿Soy una buena persona? ¿Estoy viviendo a la altura de lo que me enseñaron? ¿Puedo aún ser amado? ¿Puedo ser perdonado? ¿Tengo la fortaleza de dominar mis impulsos?’” dijo Pargament. “Y las luchas morales están insertadas en problemas psicológicos. Por ejemplo, la ansiedad como temor de fracaso moral; la depresión enmarcada en la vergüenza y la culpa; las violaciones morales como disparadores del conflicto marital”, entre otros.

En muchos casos, las consecuencias de luchas morales persistentes son la depresión, la ideación suicida, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, el alcoholismo y otras adicciones, y el deseo de venganza, reveló Pargament.

Beneficios potenciales

Las luchas morales, por otro lado, pueden tener algunos beneficios sobre la persona que las experimenta. Estos incluyen la autodisciplina, la prevención de conductas impulsivas, la reflexión personal, y hasta la transformación de la vida. “Con ayuda, pueden ofrecer un sendero de beneficios y crecimiento”, dijo Pargament.

Añadió que, en ocasiones, la falta de luchas morales puede ser un problema, y un profesional de la salud mental a veces necesita disparar la lucha en una persona para ayudarlo a que desee el cambio.

Las raíces de la lucha moral a menudo son lo que Pargament definió como “control moral excesivo — ser esclavo de la moralidad — y el control insuficiente de los impulsos — ser esclavo de los impulsos”. Los dos pueden alimentar las luchas morales, expresó.

Para hacer frente a las luchas morales

Hay varias maneras en que los profesionales de salud pueden ayudar a los pacientes que luchan con el control moral excesivo. Una de ellas es crear una visión moral sustentable que acepte la fragilidad y las limitaciones humanas. En el libro La espiritualidad de la imperfeccción, de Ernest Kurtz y Katherine Ketcham (1992), los autores sugieren que “la espiritualidad nos ayuda […] a aceptar la imperfección que se encuentra en el centro mismo de nuestra humanidad” (p. 2).

Los profesionales de la salud mental también pueden ayudar a que sus pacientes enfrenten sus temores de imperfección, lo que incluye el temor del propósito perdido, la falta de control, y el rechazo de los demás. Por último, aconsejó Pargament, es importante remitirse a los recursos redentores, lo que incluye, entre otras cosas, alcanzar evaluaciones más justas sobre la responsabilidad de los errores propios y en reparar los daños, arrepentirme, y expiar las culpas.

Pargament citó una vez más a Kurtz y Ketcham, que escribieron: “Dios en el cielo sostiene a cada persona con una cuerda. Cuando pecamos, cortamos la cuerda. Entonces Dios la ata nuevamente con un nudo, acercándonos de esa manera a él. Una y otra vez nuestros pecados cortan la cuerda, y con cada nudo adicional, Dios nos sigue acercando más y más” (p. 29).

Contra ese trasfondo, un profesional de la salud mental debería, entre otras cosas, crear un contexto de solicitud y esperanza, y ayudar a la persona para que identifique cuál es su búsqueda sagrada auténtica. Esto último incluye hacer preguntas como las siguientes a la persona que enfrenta una lucha moral: “¿Por qué se está usted esforzando en la vida? ¿Por qué es importante que esté usted aquí en este mundo? ¿Qué legado le gustaría dejar a usted en la vida?” dijo Pargament.

Dónde hallar fortaleza y liberación

Hacia el fin de la presentación de Pargament, varios participantes compartieron sus conclusiones y enfoques personales en la función de chat que estuvo abierta a cada participante registrado. Entre ellos estuvieron Willie Oliver y su esposa Elaine, que es directora asociada de ministerios de familia de la Asociación General. “Las luchas morales están encarnadas en la condición humana”, escribió Willie Oliver. “Vayamos a Jesús para hallar fortaleza y liberación todos los días. ¡Eso se llama santificación!”

Elaine Oliver se mostró de acuerdo. “Hay poder en el nombre de Jesús”, escribió. “Aun en medio de nuestras luchas podemos volvernos a él. Él nos ve y nos escucha”.


Fuente: https://interamerica.org/es/