Bajo la premisa de que el trabajo misionero es una parte esencial de la vida cristiana, el Centro de Misión de la Universidad Adventista de Brasil (UNASP) organizó recientemente un viaje misionero al país de Guinea-Bissau. El grupo misionero que viajó a la nación de África occidental incluía a 13 personas que dedicaron 27 días de sus vacaciones de verano en el hemisferio sur a principios de 2022 a esa iniciativa.
Todo el proyecto fue dirigido por el Centro de Misión de UNASP, ubicado en el campus Engenheiro Coelho de la escuela adventista en las afueras de São Paulo. Uno de los objetivos del viaje era completar un proyecto para la escuela adventista del séptimo día en la isla de Bubaque. Los participantes informaron sobre la iniciativa y publicaron actualizaciones en sus redes sociales.
El líder del grupo, Caio Conceição, dijo que la experiencia de extensión y misión fue relevante para los participantes y fue bien recibida por los residentes de las comunidades que se beneficiaron de ella. “Pasamos 27 días haciendo la misión”, dijo Conceição. “Vimos el poder de Dios actuando a través del Espíritu Santo”. Explicó que se quedaron una semana en Bissau, la capital del país, y dos semanas en la isla de Bubaque. “Servimos a los pueblos, las escuelas, los militares y los comerciantes de la isla”, dijo Conceição. “Además, las familias de los miembros del club de Conquistadores y Aventureros”.
Contribuciones de alcance y misión
El grupo misionero de Brasil contribuyó de muchas maneras a la evangelización en Guinea-Bissau, dijeron los organizadores. Ayudaron a los miembros de la comunidad con medicinas, vendajes y apósitos, realizaron una Escuela Bíblica de Vacaciones y ayudaron con la compra de un terreno para construir una iglesia adventista en la isla de Sogá.
Los voluntarios también ayudaron a realizar reuniones de evangelización todas las noches y clases bíblicas por las tardes. Organizaron la donación de Biblias y otros recursos para apoyar las iniciativas evangelísticas de la iglesia local. Sus esfuerzos resultaron en 17 bautismos.
Las actividades de extensión y misión impactaron directamente las vidas de los participantes, dijeron los organizadores. La estudiante de periodismo Isabela Rodege reconoció que vivió un choque cultural tan fuerte que nada la pudo haber preparado para ello. “Me di cuenta de la urgencia con la que debemos ayudar a predicar el evangelio. Ahora deseo que Jesús regrese como nunca antes lo había sentido”, dijo.
Las diversas iniciativas realizadas como parte del proyecto y las visitas misioneras anteriores han abierto las puertas para que los miembros de iglesia en el país vean con buenos ojos estos proyectos a corto plazo, dijeron los líderes. “La imagen de la Iglesia Adventista en Guinea-Bissau es muy buena gracias a la contribución que la iglesia en Brasil ha brindado en los últimos años”, dijo Conceição.
Cada iniciativa de divulgación es una contribución directa a la comunidad, pero al mismo tiempo está cumpliendo con su objetivo final, explicaron los organizadores. “Fortalecimos los clubes de Conquistadores, trabajamos en el edificio de la escuela adventista, hicimos evangelismo, enseñamos principios básicos de higiene a los niños y llevamos medicinas a la población”, dijo Rodege. “Sin embargo, nuestro objetivo final es que entiendan cuán bueno es Dios y su misericordia para con todos”.
La versión original de esta historia se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana .
Por: Theillyson Lima, División Sudamericana y Adventist Review
Fuente: https://www.adventistworld.org/