Esperanza en una celda

Noticias Adventistas 2024.08.24

En una celda de Malawi se desarrolló una historia extraordinaria. Es la historia de James, un recluso cuya vida fue transformada no por el paso del tiempo tras las rejas sino por un mensaje de esperanza que penetró el concreto y el acero de la prisión de Kasungu.

James cumplía una condena de 10 años por robo, un camino marcado por la frustración y el conflicto. Pero un día, su desesperación fue interrumpida por programas de Hope Channel Malawi. Las historias de fe, redención y amor diferían de todo lo que había encontrado antes. Día tras día, las enseñanzas de Jesús comenzaron a reemplazar su desesperanza con una sensación de paz que nunca había imaginado posible.

Los cambios en James fueron graduales pero innegables. En lugar de participar en las peleas que frecuentemente estallaban entre prisioneros, se dedicó al estudio de la Biblia y a la oración. Se unió a otros reclusos para los servicios del sábado y pronto ya no solo asistía sino que lideraba.

Santiago decidió bautizarse, declarando públicamente su compromiso de recorrer un nuevo camino. Para él, el agua significó una limpieza no sólo de su pasado sino también de su futuro, un futuro ahora lleno de posibilidades. Se convirtió en un símbolo de cambio dentro de la comunidad penitenciaria.

El impacto se extiende

James pudo ver la programación gracias a la iniciativa de Hope Channel International llamada Hope in a Cell, que instaló televisores en varias prisiones de Malawi. Como resultado, miles de reclusos en todo el país han estado expuestos a contenidos que alteran sus vidas.

En la superpoblada prisión de Maula, la presencia de Hope Channel trajo una nueva atmósfera. Donde antes había tensión, ahora había un sentimiento de compañerismo. Donde antes había desesperación, empezó a brillar un rayo de esperanza.

El personal penitenciario notó una disminución de la violencia, menos casos de robo y una menor dependencia de sustancias.

Tocando mil millones de corazones en todo el mundo

Hope in a Cell es sólo una parte del alcance global de Hope Channel International. Hope Channel International opera a través de 83 canales en más de 100 idiomas, tocando vidas en todos los rincones del mundo. Ya sea en ciudades bulliciosas o dentro de los muros de una prisión, el objetivo es compartir el amor de Jesús como fuente suprema de esperanza eterna.

La iniciativa en las prisiones de Malawi es un hito importante hacia el logro de la visión de Hope Channel International de compartir el mensaje de esperanza eterna con mil millones de personas para 2030. Es una visión que ve más allá de los meros números y se centra en historias individuales de redención, como las de James y los otros 121 reclusos que han entregado su corazón a Jesús.

Una misión para seguir alcanzando

El proyecto Hope in a Cell continúa creciendo, asegurando que más reclusos tengan acceso a la programación de Hope Channel y la oportunidad de transformación.

La misión de Hope Channel International es llevar esperanza a los lugares más oscuros: una historia, una vida, una transmisión a la vez.


Fuente: https://www.adventistworld.org/