Escritura, silicio y el alma

Comentarios 2024.02.27

Navegando por la intersección de la IA y la preparación de sermones

A medida que el mundo se vuelve cada vez más digital, la integración de la tecnología en diversos aspectos de la vida es inevitable. Esto incluye los ámbitos de la religión y la espiritualidad, donde la inteligencia artificial (IA) está dando a conocer su presencia. En la era de la sobrecarga de información, los pastores y predicadores se enfrentan al desafío de dar sermones que resuenen en sus congregaciones y aborden los problemas apremiantes del mundo moderno. 1

En la era digital, donde los algoritmos susurran en nuestros oídos y las pantallas parpadean con la promesa de conocimiento instantáneo, el púlpito también ha sentido el toque de la transformación tecnológica. La IA, que alguna vez estuvo confinada a la ciencia ficción, ahora se asoma a la preparación de sermones, ofreciendo sus vastas bases de datos y su destreza lingüística como herramientas para elaborar la Palabra. Pero, ¿puede el silicio realmente servir al alma? ¿Pueden los sermones mejorados por IA resonar con la chispa divina dentro de nosotros, o corren el riesgo de reducir el púlpito a una plataforma de pronunciamientos fríos y calculados?

Las Escrituras, la base de la fe

La base de cualquier sermón, con o sin ayuda de IA, sigue siendo la inmutable Palabra de Dios. Como nos recuerda Elena de White, “La Biblia es la voz de Dios, que habla a los hombres en lenguaje humano” (El conflicto de los siglos, p. 591). Es la fuente de la verdad, la brújula que nos guía a través de las tormentas de la vida y el espejo que refleja nuestras almas (Salmo 119:105; 2 Timoteo 3:16).

La IA, con su amplia capacidad de investigación y análisis, puede convertirse en una valiosa ayuda para navegar por este texto sagrado. Puede descubrir conexiones ocultas, iluminar contextos históricos y ofrecer nuevas perspectivas sobre pasajes familiares. Sin embargo, la IA no es más que una herramienta, y el poder de las Escrituras no reside en los algoritmos sino en su sabiduría eterna y la iluminación del Espíritu Santo dentro del corazón humano (2 Pedro 1:21).

El elemento humano: autenticidad y conexión

La esencia de un sermón, sin embargo, trasciende la mera presentación de información. Es un tapiz vivo tejido a partir de la experiencia personal, la reflexión teológica y la voz única del predicador. Como advierte Elena de White: “La predicación del evangelio no es una mera recitación de las Escrituras. Es la presentación de la verdad lo que trae convicción a la mente y toca el corazón” (Evangelismo, p. 206). 3  Michael J. Gorman, un teólogo luterano, afirma acertadamente: “La propia lucha del predicador con las Escrituras y la guía del Espíritu Santo es el corazón de la predicación auténtica. La IA no puede replicar eso”. 4

Brian D. McLaren, un autor cristiano progresista, se hace eco de este sentimiento y advierte contra la pérdida de vista del elemento humano. Alienta el uso de la tecnología para involucrar a las generaciones más jóvenes en la fe, pero enfatiza que “la predicación eficaz requiere autenticidad, vulnerabilidad y una conexión genuina con la congregación”. 5

Un sermón desprovisto de la experiencia vivida por el predicador, sus vulnerabilidades y triunfos, y su viaje personal con lo Divino, corre el riesgo de convertirse en un eco hueco en el vasto vacío digital.

El peligro del algoritmo: discernimiento y dependencia

Si bien la IA puede ser una herramienta útil, debemos abordarla con discernimiento y ojo crítico. Como advierte la pluma de la inspiración: “La mente humana, no guiada por el Espíritu Divino, está propensa a errar” (El conflicto de los siglos, p. 591). Walter Brueggemann, un destacado estudioso del Antiguo Testamento, sugiere: “Debemos resistir la mercantilización e instrumentalización de la fe en la era digital”. 6

Depender demasiado de la IA puede conducir a una comprensión superficial de las Escrituras, una dependencia de interpretaciones algorítmicas en lugar de una conexión personal profunda con la Palabra. El predicador que se rinde al canto de sirena de la conveniencia y sustituye la lucha de su propia alma con las Escrituras y el Espíritu Santo por contenido generado por IA, corre el riesgo de perder la esencia misma del púlpito: el conducto humano de la verdad divina.

Encontrar la armonía: una sinfonía de fe y tecnología

El potencial de la IA en la preparación de sermones no radica en reemplazar el elemento humano sino en enriquecerlo. La IA puede ser el director de orquesta, armonizando la investigación, los conocimientos y el contexto histórico, permitiendo que la voz del predicador se eleve por encima del ruido para resonar con autenticidad y gracia. Como anima la Sra. White: “Que el predicador presente la verdad en su sencillez, apelando a la razón y la conciencia” (Evangelismo, p. 206). Richard Rohr, un sacerdote franciscano, anima: “El verdadero crecimiento espiritual requiere silencio y contemplación personal. La IA no puede reemplazar eso”. 7

En esta sinfonía de fe y tecnología, la IA puede convertirse en un instrumento poderoso que amplifique el mensaje, no lo ahogue.

En última instancia, la cuestión de la IA en el púlpito no es una elección binaria entre tecnología y fe. Es un llamado al discernimiento, a aprovechar las herramientas de la era digital salvaguardando al mismo tiempo el espacio sagrado del alma humana. Al abordar la IA con intencionalidad, humildad y una profunda reverencia por las Escrituras, podemos garantizar que los sermones en la era del silicio sigan resonando con la eterna armonía de las buenas nuevas que necesita el alma moribunda.

  1. Toomas Meema, “Religión e Inteligencia Artificial”, (2018).
  2. Elena de White, El gran conflicto (Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association, 1911), pág. 591.
  3. Elena de White, Evangelismo (Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association, 1901), págs. 206,207.
  4. Michael Gorman, Predicación: comunicar la palabra en un mundo de palabras. Académico Baker, 2004.
  5. Brian McLaren, Fe en la era digital: cómo la tecnología está dando forma al cristianismo. Harper One, 2014.
  6. Walter Brueggemann, La imaginación profética. Prensa de la fortaleza, 2001.
  7. Richard Rohr, El silencio: el lenguaje de Dios. Prensa de la fortaleza, 2011.

Toma Naivalu es capellán del Fulton Adventist University College, Sabeto, Fiji.


Fuente: https://record.adventistchurch.com/