Durante los últimos dos años, Gustavo Rivera, un estudiante de medicina de tercer año que asiste a la Universidad de Montemorelos en el norte de México, ha estado operando su propio servicio de ambulancia privado.
Al ver la demanda de servicio de ambulancia en Montemorelos cuando comenzó a estudiar, Rivera reunió algunos ahorros y obtuvo un préstamo para comprar una ambulancia Tipo III, que está equipada para brindar servicios de atención urgente durante el transporte de pacientes. Dirige la ambulancia privada, llamada Pulso Vital (o Vital Pulse), con su esposa y otros dos paramédicos certificados que también estudian en la Universidad de Montemorelos.
“Desde el momento en que comencé a ofrecerme como paramédico, despertó el deseo de ayudar a otros en necesidad”, dijo Rivera. “Queremos asegurarnos de salvaguardar el bienestar de quienes nos necesitan a través de Vital Pulse”.
Su pasión por ayudar a los demás proviene de su trabajo como paramédico certificado de la Cruz Roja en su estado natal de Tabasco, en el sur de México. Decidió estudiar medicina y se dirigió a Montemorelos.
“Un día, mientras cenaba con mi esposa, hablamos sobre la escasez de ambulancias en Montemorelos, y eso nos llevó a planificar una”, dijo Rivera. Las ambulancias administradas por el gobierno sirven a los hospitales públicos y a la comunidad, pero a veces la gente tenía que llamar a Monterrey, a más de 80 kilómetros (50 millas) de distancia, para pedir un transporte en ambulancia. “La demanda es muy alta incluso con la Cruz Roja local y los hospitales y clínicas administrados por el gobierno, que ofrecen esos servicios cuando pueden”, dijo.
Como empresa privada, Vital Pulse está certificada por la Secretaría de Salud del Estado de Nuevo León y por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), y actualmente es uno de los dos servicios privados de ambulancia que atienden a los más de 60,000 habitantes en la región.
En 2021, Vital Pulse brindó más de 170 servicios de ambulancia y más de 190 en 2022. La demanda crece cada vez más, dijo Rivera. “Muchos en la región no saben que pueden optar por el servicio de ambulancias privadas, y no tienen que esperar solo las del gobierno”. Poco a poco la gente se está enterando, agregó.
Además, la ambulancia también se ha utilizado para clases de simulación impartidas por el departamento de ciencias de la salud en el campus para que los estudiantes practiquen.
Rivera planea comprar otra ambulancia y seguir estudios de medicina de urgencias y cuidados intensivos como parte de su título de médico. Espera obtener su título en cuatro años.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
