El valor del canto como medio educativo (3)

Cuba 2022.05.16

En la actualidad los principios bíblicos referentes a la utilización del canto como medio educativo, ampliados en el pensamiento de Elena G. White, son parte de la educación cristiana que se lleva a cabo dentro de la Iglesia Mundial de los Adventistas del Séptimo Día. El Manual de Iglesia (2005/2007, p.158) refiere que:

“El verdadero conocimiento de Dios, la comunión y el compañerismo con él en el estudio y en el servicio, así como el desarrollo de un carácter semejante al divino, constituyen la fuente, los medios y el objetivo supremo de la educación adventista.”

Desde la niñez en el Departamento de Ministerios Infantiles de la iglesia se utiliza el canto para transmitir enseñanzas bíblicas a los pequeños. En los hogares también los padres comparten con sus hijos la música portadora de mensajes educativos. Y, en el Templo el canto es protagonista de la adoración y las personas alaban al Creador entonando himnos y cantos espirituales que glorifican a Dios.

En el libro Funciones de la música en la Iglesia Adventista del Séptimo Día (1999, p.18) de Francisco Stout, se enumeran los propósitos que debe perseguir la música dentro de la iglesia.

1. Glorificar a Dios, y ayudarnos a rendirle un culto aceptable.

2. Ennoblecer, elevar y purificar los pensamientos del cristiano.

3. Ayudar al cristiano a desarrollar un carácter semejante al de Cristo, e inspirar a otros a hacer lo mismo.

4. Tener una letra que esté de acuerdo con las enseñanzas bíblicas de la iglesia.

5. Revelar armonía entre el mensaje que encierran las palabras y la melodía, sin combinar lo sagrado con lo profano.

6. Evitar los efectos teatrales y el egoexhibicionismo.

7. Dar prioridad al mensaje que contiene, y no eclipsarlo con los elementos del acompañamiento musical.

8. Mantener un equilibrio juicioso de las fases emocionales e intelectuales.

9. Relievar los conceptos dignos de consideración con el fin de alcanzar a la gente donde se encuentra.

10. Ser apropiada para la ocasión, el lugar y los oyentes.

A pesar de que estos propósitos están centrados en la música se aprecian en ellos además un fin educativo. Por ejemplo: el punto 4 alega que la música debe tener letras en consonancia con las enseñanzas bíblicas. Este precepto garantiza que los mensajes deben revelar las verdades de la Biblia; por tanto, educan en el conocimiento de las enseñanzas de la Palabra de Dios.

En el punto 7 se aborda que debe tener prioridad el mensaje pues lo referido se enfoca en alabar a Dios por su grandeza, poder, majestad, gloria y protección para con su pueblo. Tales palabras quedan grabadas en la memoria de los que escuchan un canto y de esta manera llega al corazón del hombre una enseñanza bíblica.

El punto 3 apoya el propósito de la educación cristiana: desarrollar un carácter semejante al de Cristo.

Los puntos 5 y 8 recuerdan la importancia que debe tener el mensaje en el plano racional y lo equilibrado que debe estar con la melodía. En la razón humana tiene lugar la asimilación y entendimiento de las palabras.

La música y el texto se equilibran para darle lugar a lo más importante: el mensaje.

“Dios diseñó nuestro cerebro y sabe que cuando el mensaje verbal el reforzado con el mensaje musical, la memoria retiene mejor la información y los dos hemisferios de nuestro cerebro –el lógico y el sensible- trabajan simultáneamente para grabar el mismo mensaje” (Perera, 2013, p. 100).

De esta manera se constata que en la actualidad el pensamiento White, basado en el fundamento bíblico, está vigente dentro de la iglesia.

Ahora bien, en el mundo secular el conocimiento humano a través de la historia ha profundizado en diversos saberes dando paso a las ciencias humanas. Dentro de estas se destaca la ciencia de la educación (Sánchez Ortega, P. 2012/12017, pp. 3 y 4) concebida como:

“…toda influencia ordenada y ejercida sobre una persona para formarla, desarrollarla e insertarla en una sociedad determinada: formación para la vida en sociedad. Es un proceso en el que se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación es la que transmite la cultura al educando, permitiendo su conservación, la utilización de sus valores y su evolución.”

Esta educación tiene como fin preparar al hombre para la vida.

A su vez de las ciencias de la educación se deriva la educación moral que tiene como contenido fundamental la “formación de cualidades morales” (Colectivo de especialistas del Ministerio de Educación de Cuba. Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, 1984, p. 100) en el niño. Para llevar a cabo su fin la educación moral se ha servido además de la música. Diversos pedagogos han desarrollado su proceso educativo utilizando el canto como medio para transmitir las cualidades morales.

En consonancia con la ciencia secular el Pastor Homero Salazar (2013, p. 65) explica que: “La música no fue dada por Dios con la única finalidad de alabarlo y adorarlo a él, sino también para afianzar los valores morales que están vinculados con su Palabra y el deseo de hacer la voluntad divina.”

Mientras que para el cristiano la música tiene como función principal: alabar a Dios, los estudiosos de la música secular determinan que la música tiene varias funciones; estas son: político-ideológica, educativa, estética, recreativa, luctuosa y religiosa. Es importante resaltar la función educativa porque fundamenta la influencia que ejerce la misma en el hombre. La Dr. Cs. Paula Sánchez Ortega en su libro Educación Musical en Cuba: teoría y práctica educativa (Sánchez Ortega, P. 2012/12017, p. 16) aborda:

“…mediante la letra de las canciones se puede aprender la historia de los países, la narración de hechos y situaciones, normas de comportamiento, conocer el significado de los valores universales como amor, amistad, internacionalismo, nacionalismo, responsabilidad, disciplina, etc.”

Esta cita destaca que la música, en particular el canto, es portadora de información en sí misma. Arroja conocimientos sobre contextos sociales, autores, porta narraciones de acontecimientos históricos, entre otros tipos de referencias. De esta manera se confirma que en el mundo secular la ciencia humana también ha demostrado que por medio del canto se puede desarrollar una labor educativa centrada en la formación de valores.

Iglesia Adventista del Séptimo Día. (2005/2007). Manual de la Iglesia. (1ª. Reimpresión). Colombia: APIA y GEMA EDITORES.

Perera, A. (2013). Los mensajes de la música. En A. Perera (Ed.). En espíritu y en verdad (pp. 96-104). Estados Unidos de Norteamérica: Pacific Press Publishing Association.

Salazar, H. (2013). El ministerio de la música en la iglesia Es. A. Perera (Ed.), En espíritu y en verdad (pp. 57-69). Estados Unidos de Norteamérica: Pacific Press Publishing Association.

Sánchez Ortega, P. (2012/2017). Educación Musical en Cuba. Teoría y práctica educativa. La Habana: Editorial pueblo y Educación.

Stout Villalón, F. (1999). Funciones de la música en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Estados Unidos de Norteamérica: Asociación Publicadora Interamericana.

Por: MSc. Dianelys Hernández Oliva

Sitioweb: www.emadventista.blogspot.com