Muchos médicos que defienden la atención integral de la persona reconocen la necesidad de acudir a la comunidad para lograr un impacto significativo. Así comenzó en 2020 la doctora en medicina familiar Rachelle Dulan Hood de Kettering Health en Ohio, Estados Unidos.
“Me di cuenta de que muchos de mis pacientes estaban tomando múltiples medicamentos para enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, que a menudo pueden controlarse mediante modificaciones en el estilo de vida”, dijo Dulan Hood. “Pero solo tuve 15 minutos con ellos durante las citas clínicas. No pude profundizar en la dieta, la nutrición o el ejercicio”.
Como muchas personas en Dayton, Ohio, Estados Unidos, sus pacientes no tenían acceso conveniente a alimentos frescos ni conocimientos sobre cómo preparar comidas saludables. Entonces Dulan Hood desarrolló un programa basado en videos de cuatro semanas de duración llamado “La comida es mi medicina”, con financiación inicial de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia. Cada video incluye una presentación de un médico residente o dietista. Los temas incluyen alimentación basada en plantas, compras con un presupuesto limitado, versiones saludables de recetas tradicionales y cómo leer las etiquetas nutricionales, entre otros.
El programa también incluye una demostración de cocina a cargo de un chef local y un segmento que presenta el trabajo de un artista local. Los participantes recibieron una olla, una sartén, una bandeja para hornear y un libro de cocina. Cada semana, vieron los videos en YouTube y compraron alimentos gratis en Gem City Market en Dayton para preparar recetas destacadas.
Éxito medible
Para calificar para el programa, los participantes debían tener sobrepeso u obesidad y más de una enfermedad crónica. La primera vez que Dulan Hood ofreció La comida es mi medicina, en 2021, se inscribieron alrededor de 50 de sus pacientes. De ellos, el 100 por ciento informó que comía productos agrícolas y bebía más agua con más frecuencia después de completar el programa y el 100 por ciento dijo que el programa los benefició. Además, el 100 por ciento dijo que recomendaría el programa y el 89 por ciento vio una mejora en su salud.
El apoyo de una subvención de la Fundación Ardmore permitió a Dulan Hood expandirse a 100 participantes cuando volvió a ofrecer el programa en marzo de 2024. Las funciones adicionales incluyeron videos instructivos de ejercicios en casa y asistencia telefónica para los participantes. Miami Valley Meals, una organización sin fines de lucro que aborda la inseguridad alimentaria, proporcionó comidas preparadas gratuitas y mezclas de especias personalizadas sin sal.
Los residentes de medicina familiar de Kettering Health Dayton que atienden pacientes en el Centro de Salud Kettering Health Cassano crearon un componente de investigación para evaluar la efectividad del programa. Dulan Hood aún no ha visto los datos, pero la evidencia anecdótica indica que el programa fue un éxito.
“Muchos participantes perdieron peso durante la sesión de cuatro semanas y bajaron su presión arterial”, dijo.
Una mirada hacia nuevas asociaciones
Dulan Hood espera que Food Is My Medicine sea sostenible involucrando a más médicos residentes la próxima vez. Mientras tanto, trabaja con Homefull, una organización sin fines de lucro de Dayton que atiende a personas que enfrentan inestabilidad habitacional. Homefull está construyendo una tienda de comestibles y Dulan Hood planea abrir una clínica satélite en el mismo edificio. También organiza cocinas de enseñanza para Kettering Health Medical Group en Gem City Market.
“He aprendido mucho a través de este proceso, y lo que les diría a mis colegas es esto: si hay algo que les apasiona y ven una oportunidad, no se avergüencen, incluso si su solución puede parecer salvaje o innovador”, dijo. “No soy una personalidad de YouTube ni un productor de videos, pero gracias a muchas personas que ayudaron, hicimos realidad nuestras ideas. Ha sido una experiencia muy satisfactoria”.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
