El paciente oncológico y la necesidad de generar un espacio de desahogo emocional

Entrevistas 2022.10.14

El cáncer tiene muchas aristas y su análisis requiere un enfoque integral que abarque la parte clínica que incluye detección, diagnóstico, tratamiento; la cuestión científica que tiene que ver con la promoción de la investigación, de nuevos medicamentos y enfoques innovadores; los cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida del paciente y su entorno y también el bienestar psicológico, reuniendo las herramientas necesarias para que la persona se sienta acompañada mental y espiritualmente.

Los especialistas remarcan que es importante considerar que no todas las personas necesitarán de seguimiento psicooncológico, pero si que los equipos de salud incluyan en sus protocolos la evaluación psicosocial temprana, situando vulnerabilidades previas, recursos para afrontar el proceso, redes de apoyo social, para poder planificar los tratamientos considerando las variables psicosociales.

Porque hablar de un paciente con diagnóstico de cáncer es referirse a una persona que de un día para otro transita por todas las emociones: miedo, tristeza, angustia, alegría; que comienza a hacerse muchas preguntas sobre su salud, la enfermedad, sobre la evolución, el tratamiento, el pronóstico y demás y que necesita respuestas. Para evitar la mala información que puede provenir de internet, redes sociales, experiencias de otras personas que atravesaron la enfermedad, es fundamental la guía profesional.

Diario UNO entrevistó a la Magister en Psicooncología del Sanatorio Adventista del Plata, la psicóloga Cristina Escudero quien explicó la importancia del bienestar psicológico en la población oncológica.

—¿Cómo afecta el diagnóstico de cáncer a la mente del paciente y también de la familia?

—En general el diagnóstico es percibido por las personas como un evento traumático, amenazante, invalidante y en muchos casos lo perciben como una sentencia de muerte. De aquí se desprende la gravedad del impacto que esto causa en la mente, estados anímicos de los pacientes. La familia muchas veces, lo vive como momentos sumamente desestabilizantes, estructurantes para todo el orden que rige en el plano familiar. Sin embargo es importante destacar que este estado de “shock”, es una de la muchas etapas por las que transitan los pacientes y generalmente superado este primer momento una gran mayoría logra adaptarse muy bien al tratamiento, aunque esto no significa que necesariamente sea agradable para ellos.

—¿Qué importancia tiene llevar adelante el tratamiento oncológico con ayudar terapéutica?

—Considero fundamental que al dar inicio a un tratamiento oncohematológico el paciente pueda acceder a la psicoeducación. Reduce significativamente el estrés, ansiedad y síntomas asociados (miedo, náuseas, mareos, agitación psicomotriz, hipotensión). Además de facilitar la adhesión al tratamiento. La psicoeducación consiste en términos generales, en proporcionarle información al paciente y familiares de los estados físicos y psicológicos por los cuales irá transitando. Se les brinda información específica del tratamiento indicado por el médico. Luego de esta primara etapa, el acompañamiento será fundamental, para aquellas personas que presenten complicaciones anímicas secundarias a su enfermedad y tratamiento oncohematológica. Por ejemplo, personas con fobia a la agujas, o quien este cursando un duelo reciente o que esta experiencia les recuerde otros períodos de crisis, como también aquellos que están con dificultad aun, para superar el shock inicial; estos son algunos de los pacientes que se verán especialmente beneficiados con la ayuda del terapeuta experto en el área, promoviendo así que pueda completar eficazmente el esquema de tratamiento indicado por el médico.

—¿Los oncólogos derivan a los pacientes al psicooncólogo? ¿Hay un momento específico para hacerlo o surge de la necesidad del paciente?

—Afortunadamente sí. Creo que fue un proceso de concientización de la importancia que tiene un tratamiento integral del paciente del paciente oncohematológico. Por esto mismo, en el Servicio de Oncohematología del Sanatorio Adventista del Plata, al cual pertenezco, tenemos establecido, por protocolo, que todo paciente que inicia tratamiento, tiene una entrevista con la nutricionista, psicooncóloga y también con un capellán, abarcando así un tratamiento verdaderamente integral. Este sería el momento específico y luego queda a demanda del paciente o por derivación de los médicos tratantes.

—¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de oncoempatía?

—Empatía es una noción con la que se hace referencia a la habilidad cognitiva de alguien para entender el universo emocional de otra persona. En otras palabras, poder ponerse en la piel del otro y entender su manera de sentir, pensar, actuar…“Onco” (Onkos) es un prefijo de origen griego que significa: tumor. Entonces Oncoempatía es la habilidad que tenemos para poder sentir, pensar y actuar de una persona que está atravesando una patología oncológica. ¡Para ser exactos sería oncohematoempatía!

—¿Qué palabras deben emplearse para acompañar a un paciente oncológico, en tratamiento o con un reciente diagnóstico? Y por el contrario, ¿qué no está bueno decir a un paciente con cáncer?

—La respuesta a estas dos preguntas: una de las mayores necesidades del paciente oncohematológico es que cuando el paciente expresa un NO, es que no lo puede hacer, no es falta de voluntad, simplemente NO lo puede hacer, escasean las fuerzas, merma el apetito, duele, muchas veces “da vergüenza”. Otra de las mayores necesidades es la de ser escuchados sin ser juzgados y evitando el sin fin de consejos sin aval científico.

—Están los pacientes que se llenan de información y los que prefieren no saber si se les va a caer el pelo, si van a tener dolor, si hay efectos secundarios. ¿Cómo explicar desde su perspectiva que cada realidad es instranferible?

—Lo que todos debemos entender es que este es un proceso personal, así como no hay un ser humano igual al otro, tampoco existen maneras únicas de afrontar esta enfermedad. Lo importante desde lo terapéutico es que este no sea un proceso patológico.

—Quien transita por la enfermedad pasa por momentos de angustia, dolor, ansiedad. ¿Qué claves psicooncológicas se ponen en práctica para ayudar?

—Entender que es un proceso y como tal este compuesto por diferentes momentos. Tener la certeza de que en este mundo nadie hace las cosas tan mal como para merecer una enfermedad, ni tan bien como para nunca enfermar. Darse la oportunidad de realizar aquellas actividades que no necesariamente tienen que ser productivas, pero que son de gran ganancia para el alma.

—¿Qué mensaje le gustaría acercar a quienes están hoy transitando un tratamiento, un diagnóstico?

—Este es un mensaje que nos dejó la persona mas sabia de todos los tiempos, el rey Salomón. En uno de sus proverbios: “el corazón alegre constituye un buen remedio”.


Por Dina Puntín

Fuente: https://www.unoentrerios.com.ar/