El legado del 63

Hace 159 años, dos años después de iniciada la Guerra Civil Estadounidense, a las 6:00 p. m. del 20 de mayo de 1863, 21 creyentes adventistas de iglesias del Medio Oeste y el Noreste se reunieron en Battle Creek, Michigan, “con el propósito de organizar una Conferencia General”. Y así, comenzó la primera sesión de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Cuatro delegados de la Conferencia de Nueva York, uno de Minnesota, once delegados de Michigan, dos delegados de Ohio, uno de Wisconsin y dos de Iowa, se reunieron para crear el modelo de la estructura de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Esta primera sesión hizo historia porque se desarrolló la Constitución de la Iglesia, se construyó la estructura de liderazgo, el pastor y abolicionista John Byington fue elegido como el primer presidente de la Asociación General (GC), el autor y educador Uriah Smith fue elegido como el primer secretario de la GC, y Eli S. Walker fue elegido como el primer Tesorero.No se equivoque, esta no fue la primera estructura organizativa de la iglesia que se desarrolló. Antes de esto, en octubre de 1861, Battle Creek, Michigan vio el desarrollo de la Conferencia de Michigan. Después de que James White elogió la eficiencia y la expansión del ministerio de las iglesias de Michigan que se unieron bajo la conferencia, un año después, se organizaron conferencias en Iowa, Vermont, Illinois-Wisconsin, Minnesota y finalmente en Nueva York y Ohio.

Nuestra percepción moderna del Congreso de la Asociación General es muy diferente de la del primer congreso. Estamos acostumbrados a los grandes estadios que albergan a miles de creyentes de todo el mundo, docenas de vendedores que exhiben ministerios, organizaciones, instituciones y misiones de todos los rincones del mundo. Sin embargo, las primeras sesiones de GC fueron claramente más pequeñas en escala, tanto en número como en alcance, con las primeras 26 sesiones organizadas en Battle Creek, Michigan, donde todo comenzó. Los elementos de base del Congreso de la Asociación General destacan la pureza y la estructura simplistas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

El desarrollo de la Asociación General en 1863 fue el primer paso para crear lo que se convertiría en una iglesia mundial. Fue el comienzo de las estructuras que tenemos hoy para administrar las operaciones diarias de la iglesia. Los orígenes humildes del Consistorio de la CG nos recuerdan las intenciones que formaron nuestra denominación. De una creencia, a una iglesia, a un movimiento, a una iglesia mundial; a medida que avanzamos, debemos mirar hacia atrás de vez en cuando y darnos cuenta de que la primera sesión de la CG fue monumental en su formación y profunda en su impacto.

Por Nicole Domínguez, ANN

Fuente: https://adventist.news/