Deseo de servir a Dios

Comentarios 2023.01.10

Era el año 2017, ya tenía una carrera hecha y un buen trabajo, pero Dios quería un futuro aún mejor para mí. El amor por la venida de Jesús que me enseñaron mis padres fortalecía el deseo de servir a Dios, y sin conocer los desafíos que vendrían, decidí ir en el mejor momento de mi juventud. Dios confirmó mi llamado a través de un sueño con la promesa de que estaría conmigo y que solamente aceptaría ir a donde él me mande. Curiosamente el llamado llegó un día después, para servir como maestra de Biblia en una escuela de Beirut, Líbano, donde solo el 1% era adventista.

Los primeros días en el campo misionero transcurrían y escuchaba las voces de varios vecinos diciendo que los alumnos tenían por costumbre hacerle la vida imposible a dichos maestros. Pretendí no dar importancia a esos comentarios y prepararme espiritualmente, lo más que pueda hasta iniciar mis clases de Biblia. Al recorrer el pasadizo de la escuela y llegar al salón del grado 3, mi corazón casi desbordaba de emoción y expectativa pero todo se paralizó en un segundo cuando escuché a una alumna abrir la puerta y preguntar,” ¿Es usted la maestra de Biblia?” a lo que respondí sonriendo: “Sí, soy yo”. Fue en ese momento que recibí la más dura y fría respuesta: “Bienvenida al infierno”, cumpliéndose lo que ya temía. Solo atiné a respirar profundo y pedirle coraje a Dios para dar mi primera clase.

Luego de terminar y llegar a mi cuarto, mientras oraba lloré mucho. Sin embargo, en ese mismo salón, Dios había dispuesto el corazón de Sara y otros niños a conocer el verdadero Dios y luego de algunos meses pude comenzar a darles estudios bíblicos.

Feliz y más fortalecida en mi fe el tiempo pasó y llegó el momento de regresar a mi país. Una mañana, recibí un mensaje que me traería una alegría sin igual, era la foto del bautismo de mi alumna y su familia. Con todo, Dios tenía más dichas para mi corazón ya que Sara se convirtió en una discípula de Jesús no solo enseñándoles lo aprendido a su mamá y hermanito sino que unos años después también llevó a los pies de Jesús a la dama que ayudaba en su casa, pero esto solo sería el inicio. El 2022 recibí la preciosa noticia de que Sara se prepara para ser una misionera a tiempo completo, estudiando teología en la universidad adventista de Líbano (MEU); y hoy puedo decir con certeza que la mayor satisfacción es que todos conozcan de Jesús y sean sus discípulos porque Cristo viene pronto. Y tú, ¿Qué harás para que Jesús venga pronto?


Fuente: https://www.adventisteducators.org/