El 16 de noviembre, el Senado de EE. UU. votó para promover la Ley de Respeto al Matrimonio ( HR 8404 ), legislación que aborda el reconocimiento federal y estatal de los matrimonios entre personas del mismo sexo y se espera que se apruebe después del receso del Congreso por el Día de Acción de Gracias. La Ley de Respeto al Matrimonio deroga y reemplaza las disposiciones federales anteriores que definían el matrimonio entre un hombre y una mujer con disposiciones que reconocen los matrimonios válidos según la ley estatal. La legislación también requiere que los estados reconozcan los matrimonios de otros estados, incluidos los matrimonios entre personas del mismo sexo e interraciales.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día respeta el derecho de los demás a creer de manera diferente, sin embargo, su punto de vista sobre el matrimonio no se basa en una lógica secular y continuará enseñando y promoviendo su comprensión del matrimonio, la sexualidad y la familia. La Iglesia Adventista no ha respaldado ni defendido la aprobación de la Ley de Respeto al Matrimonio. Sin embargo, debido a las preocupaciones expresadas por la Iglesia Adventista y otros defensores de la libertad religiosa, la legislación enmendada ahora contiene disposiciones que abordan las principales preocupaciones de libertad religiosa planteadas por el proyecto de ley. Estos incluyen el reconocimiento del Congreso de que “tanto los partidarios del matrimonio tradicional como sus creencias son decentes y honorables”, protegiendo a las iglesias de ser obligadas a facilitar los matrimonios entre personas del mismo sexo y previniendo represalias contra las organizaciones religiosas por sus puntos de vista sobre el matrimonio.
La Iglesia Adventista aprecia mucho las oficinas del Congreso que respondieron a sus preocupaciones al incluir estas disposiciones de libertad religiosa. Continúa apoyando iniciativas legislativas como la Ley de Equidad para Todos (HR 1440), una legislación equilibrada que brinda protección contra la discriminación LGBT en áreas como el empleo secular, la vivienda y los lugares públicos, al tiempo que preserva las garantías de libertad religiosa para las personas de fe y las instituciones que mantienen.
Fuente: https://www.nadadventist.org/
