De narcotraficantes a discípulos

Noticias Adventistas 2024.07.30

En la remota aldea de Gumine, observamos cómo se desarrollaba un viaje transformador bajo la guía de sus pastores y ministros. Participaron activamente en la tutoría de un grupo de hombres con problemas conocidos en la comunidad como traficantes de drogas. Junto al pastor Bob Larsen, tuve la oportunidad de conectarme con estas personas y llevar a cabo una sesión de asesoramiento para abordar sus luchas.

A partir de mis propias experiencias pasadas de lucha contra la adicción a las drogas, compartí el profundo impacto que tuvo una relación con Jesús en mi vida. Mi testimonio resonó en estos hombres y encendió una chispa de esperanza en su interior. Alentados por nuestras discusiones, comenzaron a asistir a las sesiones nocturnas de PNG para Cristo dirigidas por el pastor Bob y por mí.

En un giro notable de los acontecimientos la semana siguiente, estos hombres se acercaron a nosotros con un sincero deseo de transformación. Expresaron un deseo colectivo de liberarse simbólicamente de su pasado quemando todas sus plantas de marihuana frente a todo el pueblo. Este acto significó un profundo compromiso de dejar atrás sus antiguas vidas de oscuridad y abrazar un nuevo camino guiado por la fe.

Además, su nueva convicción los llevó a expresar su voluntad de ser bautizados, declarando públicamente su lealtad a Jesucristo. Esta decisión marcó un hito importante en su viaje espiritual. Gracias a los dedicados esfuerzos de sus pastores, el poder de los testimonios compartidos y el impulso de la gracia divina, estos hombres que alguna vez estuvieron atribulados encontraron el coraje para confrontar su pasado y dar un paso hacia un futuro lleno de esperanza y propósito. Su historia es un testimonio del poder transformador de la fe y el apoyo comunitario, y demuestra que nadie está más allá de la redención cuando se guía por el amor y la compasión.

Mientras la comunidad se reunía para el servicio de adoración, un aura sagrada envolvió la atmósfera. En medio de himnos y oraciones, resonó una profunda declaración: “¡Ya basta!” En un audaz gesto de arrepentimiento, los narcotraficantes optaron por afrontar su pasado. Encendieron una hoguera y envolvieron en llamas sus plantas de marihuana, un acto simbólico de deshacerse de las cadenas de la adicción y la oscuridad.

A la luz del fuego, se desarrolló una poderosa transformación. Estos hombres, una vez atados por los grilletes del vicio, ahora estaban liberados, con sus corazones ardiendo con una fe recién descubierta. Al día siguiente todos fueron bautizados, proclamando públicamente su devoción y amor a Jesucristo.

En Lucas 19:10 dice: “El Hijo del Hombre vino a buscar y salvar a los perdidos”. A través de su extraordinario viaje, estos individuos encarnan la esencia de esta misión divina. Son un testimonio de la gracia ilimitada y el poder transformador de Dios: un recordatorio de que ningún alma está más allá de la redención, ninguna oscuridad es demasiado profunda para ser penetrada por la luz del amor.

Experimentar la profunda transformación de los hombres con problemas en Gumine fue una bendición incomparable y me llenó de una alegría inconmensurable. Ser testigo de su viaje de la oscuridad a la luz, de la esclavitud a la liberación, conmovió profundamente mi corazón. Afirmó el increíble poder de la gracia, la fe, la redención y la resiliencia. Poder compartir mis luchas y ser testigo de primera mano de la obra transformadora del amor de Dios fue un privilegio sin medida. En esos momentos, me sentí profundamente bendecida de ser parte de algo más grande que yo y de ser testigo de la belleza de la restauración y la gracia ilimitada de Dios.


El pastor Mosa Mafileo sirve en la Conferencia del Norte de Nueva Zelanda. Él y el pastor Bob Larsen, presidente de la Conferencia del Norte de Nueva Zelanda, presentaron en la Misión Simbu de las Tierras Altas del Este durante el programa PNG para Cristo.


Fuente: https://record.adventistchurch.com/