Al imaginarse a un joven de 19 años, la imagen puede ser la de un estudiante universitario, persiguiendo seriamente sus metas educativas y profesionales. Si no es esta imagen en particular, probablemente sea la de un joven educado que tiene opciones para elegir.
Pero ese no es siempre el caso de los jóvenes de todo el mundo.
En las zonas rurales de Níger, por ejemplo, la pobreza obliga a los niños a abandonar la escuela para ayudar a mantener a sus familias. La falta de fe en el valor de la educación a menudo excluye a las niñas de la escuela y desalienta a los niños a tomarla en serio. La práctica del matrimonio precoz es otro obstáculo. A esto se suman los peligros de viajar a la escuela en una región propensa a conflictos intermitentes.
A los 19, Abdoul y Mariama iban a la deriva por la vida, sin rumbo ni ambición.
“Dejé la escuela porque no entendía nada”, dijo Abdoul. “Me desanimé y me fui. Me quedé inactivo en casa, sin hacer nada durante seis años”.
“Me sacaron de la escuela porque no me lo estaba tomando en serio”, admitió Mariama.
Cuando Mariama dejó la escuela, el proyecto BRIGHT llegó a su comunidad. BRIGHT significa Rompiendo barreras, Mejorando las Niñas . la Educación, la Esperanza y la Totalidad de A través de este proyecto, con fondos de Asuntos Globales de Canadá, ADRA se ha asociado con comunidades en Níger, Sudán y Myanmar para hacer que la educación sea más accesible.
BRIGHT está cambiando la percepción del valor de la educación, asegurando así que más niños, especialmente niñas, vayan a la escuela. También está desarrollando las capacidades de los maestros y ofreciendo apoyo a las escuelas, haciendo que la educación sea más atractiva para los estudiantes y sus familias. Además, ofrece una vía vocacional para los jóvenes que prefieren comenzar a mantenerse a sí mismos.
Abdoul y Mariama eligieron el camino vocacional. Abdoul optó por la soldadura, mientras que Mariama optó por la sastrería.
“Cuando escuché acerca de BRIGHT, me di cuenta de que quedarse sin hacer nada en casa no ayudaba en absoluto”, dijo Abdoul. “Descubrí que en realidad me estaba engañando a mí mismo. Estaba engañando a mi vida. Así que hablé con mi padre sobre entrar en BRIGHT”.
A través de BRIGHT, Abdoul también aprendió a leer y escribir, algo que antes no podía hacer.
“BRIGHT me dio lo que mi escuela no pudo: conocimiento”, dijo Mariama. “A través de BRIGHT, aprendí a coser ropa. Pero también, he ganado conocimiento y el amor por adquirir conocimiento. Estos me han enriquecido y animado”.
Abdoul y Mariama ahora tienen planes. A través de BRIGHT, tienen las habilidades que necesitan para comenzar.
“Quiero darme cuenta de algo propio con lo que he aprendido”, compartió Abdoul. “Si pudiera tener una tienda propia, podría darme cuenta de muchas cosas”.
Cuando asiste a cursos de costura, a Mariama le pagan una pequeña cantidad para hacer ropa. “Ahorraré ese dinero y, al mismo tiempo, aprendo más. Cuando ahorre suficiente dinero, compraré mi propia máquina de coser y comenzaré mi propio negocio”, dijo Mariama. “No tengo planes de casarme pronto. Quiero dedicarme a mi negocio”.
“Estoy realmente muy agradecido por el proyecto”, dijo Abdoul. “Si no fuera por el proyecto, no habría aprendido nada. Pero gracias al proyecto, he aprendido mucho”.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
