Cuarenta días y 138 millas hasta el bautismo

Noticias Adventistas 2024.04.22

Después de perder a su hermana en un accidente automovilístico en 2017, Virgie Vanhauwermeiren, una filipina que residía en Bruselas, Bélgica, se enfrentó a una profunda soledad. Aunque estaba casada, la batalla de su marido contra la enfermedad de Alzheimer le había llevado a residir en una residencia de ancianos. Ante la desalentadora perspectiva de vivir sola, Virgie enfrentó numerosos desafíos mientras navegaba cada día, esforzándose por descubrir un propósito y una realización en su vida.

“Sentí como si el peso del mundo estuviera sobre mí. Nunca imaginé que la soledad pudiera ser tan abrumadora”, comparte Virgie. “Anhelaba encontrar un camino hacia la curación, pero me sentía perdida, sin saber por dónde ni cómo empezar”.

Cada día, Virgie hacía un esfuerzo consciente para infundir significado y propósito a su vida. Buscando consuelo, recurrió a la Biblia en busca de guía. Sin embargo, al carecer de un enfoque estructurado, se encontró a la deriva, sin saber por dónde empezar. Con la esperanza de un encuentro transformador, hojeó sus páginas al azar, sólo para encontrarse con una decepción. A medida que las garras de la soledad se intensificaban, el inicio del confinamiento en Bélgica debido a la pandemia de COVID la aisló aún más, impidiéndole visitar a su marido.

“Visité a mi esposo en el asilo de ancianos, pero solo me permitieron reunirme afuera y verlo a través de una ventana. Es desgarrador porque esos son los momentos en los que mi esposo más me necesitaba, pero yo no podía estar ahí para él. Estaba buscando respuestas en medio de toda esa tristeza, pero no sabía dónde encontrarlas”, se lamenta.

Día tras día, la soledad pesaba mucho. El silencio abrumador impulsó a Virgie a buscar consuelo en su teléfono móvil, con la esperanza de aliviar la monotonía de sus días. Mientras navegaba por sus redes sociales, se topó con una imagen desconocida: un hombre en un video, dirigiéndose a la cámara, hablando sobre COVID.

Intrigada, hizo una pausa para aprender más sobre la pandemia y explorar estrategias para superar su impacto global. Con cada minuto que pasaba, Virgie se sentía cada vez más cautivada por el mensaje. Su poder resonó profundamente dentro de ella. Trascendió la mera discusión sobre la enfermedad y, en cambio, ofreció ideas sobre una fuente divina donde todos pueden descubrir una paz que sobrepasa la comprensión.

“Me topé con la transmisión en vivo de Hope Channel, en el sur de Filipinas. Al principio pensé que era una discusión sobre COVID, así que me encontré interesado. Mientras seguía mirando, me di cuenta de que el programa se centraba en la esperanza viva que podemos encontrar en Jesús en cualquier circunstancia”, explica Virgie.

Durante el apogeo de la pandemia, vio por primera vez casualmente esta serie, producida por Edwin Gulfan y Hope Channel South Filipinas. Sin embargo, rápidamente se convirtió en un hábito habitual cuando Virgie se convirtió en una ávida espectadora que buscaba iluminación y una comprensión más profunda de la Palabra de Dios.

Virgie siguió las series “Cristo, nuestra victoria en apuros (COVID)” y “Heal Thy Lifestyle”, y finalmente profundizó en la primera temporada de “40 Days: My Journey with God”.

La serie 40 días: Mi viaje con Dios se inspira en varias fuentes, incluido el significado del número 40, que a menudo se asocia con el crecimiento y la transformación espiritual. Este número simboliza un período de cuarentena, como los 40 días que Moisés pasó en el Monte Sinaí recibiendo guía divina, así como la duración del ayuno de Jesús en el desierto después de Su bautismo. A través de este programa, los espectadores pudieron embarcarse en un viaje transformador, reflexionando sobre estas profundas conexiones espirituales y buscando crecimiento e iluminación personal.

Virgie siguió con dedicación la serie 40 días: Mi viaje con Dios desde su inicio. Se sumergió en los mensajes, estudió diligentemente las Escrituras y mantuvo un diálogo continuo a través de la oración, buscando fervientemente sabiduría y discernimiento para comprender los planes de Dios para ella en sus circunstancias actuales.

Los misioneros digitales le dieron una calurosa bienvenida cuando se acercó al equipo de transmisión. Su interacción receptiva y de apoyo tranquilizó a Virgie y la motivó aún más a dedicarse seriamente al estudio de la Biblia.

Por primera vez, la Biblia tenía sentido. Escuchó el mensaje de Dios a través de los oradores programados y nunca faltó un día. Su breve e inesperado encuentro con el mensaje de Dios en las redes sociales la llevó a descubrir la esperanza y la sanación que se encuentran en Jesús.

No pasó mucho tiempo antes de que Virgie decidiera bautizarse. Tomó la firme decisión de abrazar a Jesús como su Salvador. Virgie había encontrado el mensaje adventista del séptimo día, pero no conocía ninguna iglesia adventista en Bruselas en ese momento. Después de terminar la serie bíblica de 40 días, observó con admiración cómo personas de toda Filipinas hacían fila para ser bautizados durante la transmisión en vivo. Su entusiasmo la impulsó a buscar una iglesia adventista para su bautismo.

Al poco tiempo, Virgie descubrió una iglesia ubicada a 221 kilómetros (138 millas) de distancia, en los Países Bajos. El equipo de medios detrás de la campaña 40 días: Mi viaje con Dios jugó un papel crucial al conectarla con esta iglesia en los Países Bajos. A pesar de la distancia, Virgie no se inmutó. Se acercó a la iglesia, compartió su historia y expresó su deseo de visitarla para el bautismo.

En marzo de 2021, Virgie fue bautizada en la iglesia de los Países Bajos.

“Mis días de soledad quedaron atrás”, dijo. “La mano de Dios estuvo en control de todo desde el principio mientras se desarrollaba providencialmente. Cada día tenía valor, incluso en las profundidades de la desesperación, ya que sirvieron como instrumentos de Dios para llevarme a un gozo profundo que solo se encuentra en Él. He descubierto mi propósito y ahora estoy ansioso por participar en la misión de Dios de difundir el evangelio a través de diversos medios”.


Fuente: https://www.adventistworld.org/