¿Cuál es la historia de Belén?

Comentarios 2022.12.26

“Y había en la misma tierra pastores que moraban en el campo…”

Hace mil novecientos años Lucas lo escribió. Este mes, esta semana, la historia resuena alrededor y arriba y abajo ya través del mundo.

“Y he aquí, el ángel del Señor vino sobre ellos…”

Es asombroso cuánto del vocabulario de la historia de Lucas conoce el mundo, pero qué poco de su pensamiento.

“Porque os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.”

El mundo conoce la historia, pero qué pocos conocen al Salvador.

Hemos crecido con las sílabas del cuento. Los villancicos, la luz de las estrellas, la paja del establo, los ángeles, los Reyes Magos, la alegría, los regalos, los árboles, el acebo. Sí, y las compras, la repostería, el envoltorio, las prisas, el pago de meses después de que se hayan ido las vacaciones.

Hemos crecido con la historia. Pero todo esto no es más que oropel de mal gusto a menos que conozcamos a este Jesús del que habla la historia. ¿Quién es él? ¿Por qué vino? Dos tercios de las personas en este mundo no saben nada acerca de Belén, por lo que se dice. ¿Podrías explicarles la historia? ¿Podrías decirles quién es este Jesús y por qué vino? ¿Cuál es la historia de Belén?

Ay, sé que el mundo está celebrando el nacimiento de Jesús en una fecha con un trasfondo más que cuestionable. No podemos atribuir ningún significado religioso especial al próximo veinticinco de diciembre. Pero ahora, mientras las ventanas del mundo están abiertas hacia Belén, ¿no sería apropiado que pensemos en lo que sucedió allí?

¿Es la historia sólo ficción endeble hecha de paja y estrellas? ¿Jesús realmente vivió? Si lo hizo, ¿fue solo un príncipe de buena voluntad, un buen hombre que ideó la regla de oro?

Resuelvelo de una vez por todas. Jesús fue más que un buen hombre. Afirmó ser el Hijo de Dios. Dijo la verdad, o mintió. Este Jesús, entonces, es y debe ser exactamente quien afirmó ser: el Hijo del Dios viviente.

Si Él es el Hijo de Dios, ¿por qué dejó el cielo y vino a la tierra? ¿Cual es la historia? ¿Podemos ir más allá de las palabras y los envoltorios, las sílabas y el oropel, y encontrar la verdadera historia de lo que sucedió en Belén en toda su hermosa sencillez?

La historia en su forma más simple se encuentra en ese texto amado: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Conocemos las sílabas, pero ¿han llegado a nuestro corazón? ¿Sabemos que Dios dio a Su Hijo, no prestado, sino que lo dio a una raza caída, para nunca ser devuelto? Y Él no lo dio a una raza de personas dotadas de inmortalidad natural, sino a un pueblo que podría perecer, perecería, sin Él. Esa es la historia.

El evangelio de la salvación

“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Ese es el evangelio, no solo un evangelio de perdón, sino un evangelio de poder para dejar de pecar. Eso es lo que cantaban los ángeles sobre Belén.

Puedes leerlo en el capítulo cincuenta y ocho de Isaías. Puedes leerlo en el capítulo cincuenta y tres. Jesús mismo lo leyó desde el sexagésimo primero (ver Lucas 4:16-21). Isaías sabía mucho más sobre el Niño de Belén y su misión de lo que el mundo de hoy sabe.

¿Por qué vino Jesús a Belén? Mira hacia atrás en el pasado del cielo. Escucha hasta que oigas la primera nota de la fea canción de la discordia resonando contra la perfecta armonía del cielo. Era un canto áspero y repetido que hacía de Dios un tirano. Fue para contrarrestar esta ópera de sabotaje que los ángeles cantaron su hermosa canción sobre Belén, una canción que expresaba los verdaderos pensamientos de Dios hacia los hombres, que revelaba el amor desinteresado y el verdadero carácter de Dios, una canción que traía paz y buena voluntad. Así es como el Cielo se siente acerca de la tierra. Por eso cantaron los ángeles, y por eso vino Jesús a la tierra. La historia de Belén es la historia del esfuerzo supremo de Dios para contrarrestar las mentiras del enemigo.

La historia no termina con Belén donde el mundo la deja cada año para ser retomada. Los capítulos más emocionantes y afectuosos hablan de su paso por Getsemaní hasta la cruz y hasta la tumba abierta hasta la gloria.

Pero el Niño de Belén vive hoy en el corazón de los que le aman. Y así no sólo podremos escuchar la historia: podremos verla vivida de nuevo.

En el médico misionero que camina por donde Él caminó, en el camino de la enseñanza y de la sanación, lo habéis visto. En el pastor que aconseja al desanimado en su estudio, lo habéis visto. En el humilde laico que lleva al necesitado a su casa, lo habéis visto. Lo has visto en cada esfuerzo por mostrar a los hombres lo que Dios, nuestro Padre celestial, realmente siente por ellos.

El mundo no puede volver a Belén. Debemos llevar Belén a ella, y con ella el resto de la historia. El mundo no puede mirar el rostro del Niño en el pesebre. El único halo que verán será la luz reflejada en el rostro del cristiano feliz. Sus amigos y sus vecinos no pueden pararse en la colina del Calvario y sentir el amor del Salvador agonizante, sin importar cuán vívidamente lo representen usted o su predicador. La única forma en que algunos de ellos alguna vez sabrán que el amor es por la forma en que los apoyas en los problemas. La gente de su bloque y su propia familia no pueden ver con los discípulos mientras el Salvador asciende a los cielos que esperan. Es posible que nunca se convenzan de que Él vive a menos que Él viva en tu corazón.

Ni las sílabas, ni las palabras, ni el oropel de mal gusto. La historia de Belén es todo esfuerzo de parte de Dios, de tu parte, de mi parte, para mostrar que el enemigo y sus mentiras están todos equivocados, para mostrar cómo el Cielo realmente se siente acerca de la tierra. Paz: buena voluntad para los hombres. Esos son los pensamientos de Dios hacia nosotros. ¡Y esa es la historia de Belén!


Fuente: https://www.adventistworld.org/