Corea del Sur tiene las tasas de natalidad más bajas del mundo industrializado. Las Estadísticas de nacimientos y defunciones de 2022, publicadas por Estadísticas de Corea, establecen que la tasa de fertilidad de Corea del Sur es del 0,78 por ciento (249.000 nacimientos al año). Esta población que envejece rápidamente impacta no solo al país sino también a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La situación es aún más frustrante en las zonas rurales, donde la población está a punto de desaparecer. Incluso hay advertencias de que, a este ritmo, las ciudades desaparecerán por completo en unas pocas décadas.
Sin embargo, incluso en medio de este terrible cambio, la misión de evangelizar debe continuar. Dicho esto, ¿hay ejemplos de países en el mundo desarrollado que hayan logrado frutos y avivamientos misionales a pesar del envejecimiento y la urbanización? De ser así, ¿cómo lo lograron?
News & Views de la División de Asia Pacífico Norte habló recientemente con Erton Köhler, secretario ejecutivo de la Asociación General, y Gary Krause, director de Misiones Adventistas para la Asociación General.
“La población [en Brasil] se enfrenta a un gran cambio en la tasa de natalidad, pero la iglesia está creciendo”, dijo Köhler. “Ahora hay 1,7 millones de adventistas del séptimo día en Brasil”. Köhler explicó que la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha podido crecer de manera tan visible en Brasil, un país católico, por varias razones:
“La iglesia en Brasil tiene un fuerte compromiso con la comunicación con la sociedad, incluidos los medios de alta tecnología y los materiales impresos tradicionales. Ha permanecido fiel e invertido mucho en proyectos para llegar a las nuevas generaciones, especialmente mientras la mayoría de la población se ha vuelto desinteresada y distante de la religión.
“Hemos desarrollado una variedad de programas para involucrar a nuestros miembros en el estudio de la Biblia. Si somos proactivos, creativos y enfocados en la misión, el poder del Espíritu Santo abrirá puertas y fortalecerá a la iglesia frente a la disminución de la población y otros desafíos. Necesitamos pensar en grande e innovar. Pero no debemos olvidar que la misión, sobre todo, es un ‘milagro’. Cuando nuestras manos estén en las manos de Cristo, Él abrirá la puerta al avivamiento de formas inesperadas”.
Krause destacó el proyecto Mission Unusual Tokyo, en el que la Asociación de la Unión de Japón está trabajando para establecer un centro de misión global en asociación con la AG y la NSD. Se está enfocando en predicar los mensajes de los tres ángeles a los incrédulos.
Se han enviado misioneros plantadores de iglesias a Tokio para que aprendan el idioma y la cultura locales a fin de equiparlos para compartir el Evangelio y luego, a través de un discipulado completo, están desarrollando obreros de Dios y plantando iglesias en toda la ciudad.
“Si bien el proyecto ‘Mission Unusual Tokyo’ aún no está viendo resultados tangibles, se encuentra en las primeras etapas para abordar los desafíos del envejecimiento, la urbanización y la secularización en el mundo desarrollado, con un enfoque en iniciar nuevos grupos de creyentes en este enorme ciudad “, dijo Krause. “Dios nos llama a ser fieles a nuestras propias vidas y misiones. Es posible que no veamos los números de bautismo que queremos ver, pero nuestra misión evangelística le pertenece a Dios”.
Fuente: https://adventist.news/
