Después de largos días de labor exigente bajo el sol del este de África, llegó el momento de que los participantes de Maranatha Volunteers International celebraran la finalización del nuevo bloque de aulas en la Escuela Adventista Kajiado en Kajiado, Kenia.
La ceremonia del 7 de julio de 2022 reunió a líderes regionales de la Iglesia Adventista, profesores y personal de la escuela Kajiado, estudiantes e invitados para disfrutar del logro y reflexionar sobre la importancia de la educación adventista.
“Les agradecemos desde el fondo de nuestros corazones”, fue el mensaje que se escuchó una y otra vez durante la ceremonia. “Gracias por invertir en nuestro futuro y ayudarnos a prosperar”.
Un lugar de refugio
La Escuela Adventista de Kajiado es una institución que durante más de dos décadas ha rescatado y brindado educación a niñas masai que escapan de las perspectivas de un matrimonio precoz, la mutilación genital femenina y el abuso. El internado y centro de rescate ha incorporado recientemente a estudiantes de la comunidad, incluidos algunos niños, después de que los padres piden cada vez más enviar a sus hijos allí para que también puedan recibir una educación adventista integral.
Durante la ceremonia del 7 de julio, los líderes de la Iglesia Adventista del campo local, que también están haciendo todo lo posible para apoyar la viabilidad de la escuela, agradecieron a Maranatha por su compromiso de ayudar a transformar las vidas de las niñas masai y otras personas. “Su trabajo está haciendo una gran diferencia en este lugar”, dijeron a los líderes de Maranatha. “Que el Señor los bendiga abundantemente en sus esfuerzos”.
Bloques y Vigas de Acero
Después de proporcionar iglesias y escuelas muy necesarias en casi 90 países durante décadas, Maranatha Volunteers International también ha estado ayudando, desde 2018, a transformar la Iglesia Adventista y la educación adventista en Kenia. Está logrando, dijeron los líderes del ministerio, un edificio y un pozo de agua a la vez.
En los terrenos del edificio de la División de África Central y Oriental de la Iglesia Adventista cerca de Nairobi, Maranatha abrió un taller donde los trabajadores preparan las vigas de acero utilizadas para la estructura de sus estructuras de construcción en Kenia. La iniciativa ha ayudado a reducir costos y mejorar los desafíos logísticos.
“Incluso durante la pandemia de COVID-19, logramos mantener la producción a flote”, dijo el director nacional de Maranatha Kenia, Ron Kedas. Kedas explicó cómo los trabajadores contratados localmente permanecieron en el complejo alrededor del taller durante semanas cuando todo lo demás se cerró. A través de un permiso especial, los camiones siguieron yendo y viniendo, llevando las estructuras de acero que tanto se necesitaban a cualquier lugar de Kenia donde se necesitaran. “Nunca paramos”, dijo.
Un tiempo para celebrar
En el evento de inauguración del 7 de julio en Kajiado, al estilo tradicional maasai, el canto y el baile se sumaron al ambiente festivo de la ceremonia de 90 minutos. Los participantes de Maranatha recibieron reconocimientos por su servicio, incluida una mención especial para los más jóvenes (10 años) y los más mayores (83 años) en el grupo de voluntarios visitantes. Cada miembro del equipo visitante también recibió una túnica shuka tradicional Maasai y un brazalete de cuentas con su nombre grabado.
“Cada vez que usas este shuka y este brazalete, te conviertes en parte de nuestra comunidad”, dijeron los líderes escolares. “Ya no sois visitantes; ahora eres parte de nosotros”.
Patrocinada por Maranatha y los líderes regionales de la iglesia, la escuela recibió bolsas de comida donadas, incluyendo maíz blanco, frijoles y arroz. Los estudiantes también recibieron pastillas de jabón, Biblias y una copia de una edición moderna y de lujo del libro El Camino a Cristo de Elena de White .
Después de la ceremonia de inauguración, llegó el momento de que la facultad, el personal y los estudiantes de Kajiado ingresaran a sus nuevas aulas por primera vez. Cantos, bailes y fuertes y alegres exclamaciones acompañaron el momento, mientras el grupo recorría las nuevas instalaciones y celebraba el logro.
Como suelen enfatizar los líderes de Maranatha, la función del ministerio no es simplemente agregar iglesias, escuelas y pozos de agua a la lista de propiedades de la Iglesia Adventista en todo el mundo; es apoyar el desarrollo integral de la vida de los individuos, de modo que se preparen para, a su vez, servir a los demás.
En ese contexto, fue Irene Kawira, quien enseña kiswahili y Educación Culturalmente Responsable (CRE) en el nivel secundario en la Escuela Adventista de Kajiado, quien quizás expresó de la mejor manera el agradecimiento de todos los involucrados. Durante la ceremonia de inauguración, Kawira agradeció a Maranatha Volunteers International por su apoyo a los planes de desarrollo de la institución en nombre del resto de la facultad y el personal de la escuela.
“Quiero agradecerles por todo lo que han hecho por nosotros”, dijo Kawira, “y me gustaría que supieran y recordaran que aquí en Kajiado, no solo están construyendo edificios; tú también nos estás edificando”.
