El trabajo humanitario es una carrera única. Quienes son llamados a esta línea de trabajo se enfrentan con frecuencia a algunos de los desafíos más desgarradores del mundo, pero los resultados son intensamente gratificantes.
Tres miembros del personal de ADRA de todo el mundo compartieron un poco sobre sus carreras humanitarias.
Quién: Evani
Dónde: Yemen
Evani es Oficial de Comunicaciones y Promoción de ADRA en Yemen. A pesar de los muchos desafíos del país, su equipo pudo atender a más de 6 millones de personas solo en 2021.
“Me uní a ADRA hace nueve años, y lo que comenzó como un año de voluntariado ahora es mi carrera. Encontré en ADRA un canal para hacer la obra de Dios.
Estar en esta carrera me hace darme cuenta de lo grande que era Jesús como un hombre humanitario, cuidando a los más desatendidos en su tiempo y brindando alivio a las personas que más sufren.
Vivir en una zona de guerra es poco común y difícil. Aún así, he visto a Dios haciendo milagros para superar los muchos desafíos que enfrentamos en Yemen, ya sea con Su protección o con Su providencia.
Más de 20 millones de personas en Yemen dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. La mitad de las instalaciones de salud han sido destruidas, más de 9 millones de niños no asisten a la escuela y 12 millones de personas no tienen acceso a agua potable. 17 millones de ellos no saben de dónde vendrá su próximo plato de comida. La lista de necesidades continúa.
En medio de estos desafíos, veo a mis colegas de ADRA trabajando incansablemente y veo que el apoyo que ADRA brinda aquí en Yemen salva vidas.
Lo primero que me viene a la mente cuando me preguntan por Yemen no es la guerra, sino su gente. Durante los últimos tres años, mis colegas y las personas que conozco durante las visitas de campo me han mostrado mucha amabilidad, hospitalidad y resiliencia. El país es rico en belleza natural e historia. La capital de Sanaa es una de las ciudades más antiguas del mundo”.
Quién: Billy
Dónde: Estados Unidos
Billy es el Gerente del Programa de Respuesta a Emergencias de ADRA International para las regiones de África y Europa, donde ayuda a coordinar las respuestas de emergencia.
“La actual sequía en el Cuerno de África pasó de grave a cruel. Muchos países de África, que ya se encuentran en una crisis alimentaria, dependen de Rusia y Ucrania para obtener un porcentaje significativo de su trigo y otros productos básicos. La mayor parte de los dólares de ayuda institucional se han desviado recientemente para apoyar a los millones de refugiados que han huido de los combates en Ucrania, dejando a millones en crisis existentes en riesgo de hambruna inminente.
Si bien los titulares se centran en una historia, hay millones de historias que quedan atrás y no contadas. El silencio ha dominado. Pero nuestros corazones y nuestra capacidad deben cambiar para ayudar a todos, incluso cuando se desarrolla una nueva crisis. La vida de las personas depende de ello.
En estos tiempos difíciles, las comunidades se enfrentan uniéndose para apoyarse mutuamente, compartiendo lo poco que tienen. Incluso los más vulnerables, como una anciana que conocí en Kenia, comparte su comida con los más indigentes de su vecindario.
ADRA no es vista como un salvador sino como un miembro (como una familia) de su comunidad. Cuando ADRA o cualquier entidad participa activamente en aliviar el sufrimiento con lo mucho o lo poco que tiene, es como esta anciana compartiendo su comida con los necesitados: ¡hay alegría! También alienta a las personas a ser más desinteresadas, a dar más, a hacer más. Las buenas obras se vuelven contagiosas.
Nuestro objetivo como miembros de estas comunidades es compartir lo poco que tenemos para salvar vidas y contagiar esta alegría aún en medio de una terrible crisis. Siempre es un privilegio y un honor ser invitado a ser parte de esta gozosa actividad que salva vidas. Elegir no callar cuando los pobres claman por ayuda”.
Quién: Britt
Dónde: Noruega
Britt es Asesora de Programas y Comunicación de ADRA en Noruega. Uno de los principales objetivos del equipo allí es la educación, y Britt ha establecido una relación especial con el refugio Keep Girls Safe de ADRA en Tailandia.
“Mi primer viaje de ADRA al norte de Tailandia fue en 2008. Mientras estaba allí, en la aldea de la tribu de las montañas que visité, tres niñas nos seguían desde la distancia mientras hablábamos con los aldeanos. Dos de las chicas tenían el cabello oscuro y brillante, mientras que la tercera tenía el cabello de un tono más claro.
Era uno de esos pequeños detalles que te llaman la atención cuando estás en un lugar nuevo, pero pronto aprendí que cambios de color como ese pueden ocurrir en alguien que carece de nutrición.
Mientras escuchaba historias del pueblo, descubrí que la madre de esta niña había muerto y que su padre estaba consumido por las adicciones a las drogas y el alcohol. Las únicas comidas de la niña procedían de la mendicidad todos los días.
Regresé a Tailandia un año después, esta vez para visitar el proyecto Keep Girls Safe. Reconocí a la joven del pueblo en el refugio. Con el cuidado y la protección que estaba recibiendo, se veía feliz y saludable. Su cabello era negro y brillante.
Desde entonces, Keep Girls Safe ha tenido un lugar especial en mi corazón”.
ADRA tiene miles de miembros del personal en todo el mundo, y cada uno de estos trabajadores humanitarios tiene una experiencia diferente con una historia única que contar. Le pedimos que se tome un momento hoy para decir una oración por el equipo de ADRA y los trabajadores humanitarios en todas partes.
Fuente: https://adra.org/
