La región montañosa de Río de Janeiro recibió recientemente la visita de “El Camión Solidario”, una unidad de servicio móvil mantenida por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Brasil. La iniciativa se llevó a cabo un año después de la tragedia provocada por las fuertes lluvias, que mataron a decenas de personas en la región y dejaron a miles sin hogar.
Durante la acción de la Marcha, el camión recorrió Petrópolis, Mesquita, Nova Iguaçu y otros lugares que aún sufren los efectos del desastre natural. Más de 240 voluntarios se unieron a la iniciativa, ayudando a distribuir aproximadamente 3000 comidas y más de 1600 prendas de vestir. También ofrecieron alrededor de 400 cortes de cabello, asesoramiento legal y atención médica gratuitos. Los servicios gratuitos beneficiaron a más de 4.400 personas.
Según el presidente de ADRA Brasil, Fábio Salles, la iniciativa fue un testimonio del compromiso de ADRA de ofrecer asistencia humanitaria y apoyar a las comunidades necesitadas.
“Esperamos marcar una diferencia en la vida de las personas que aún sufren las consecuencias de esa tragedia”, dijo.
El camión ADRA especialmente adaptado, con una superficie de 45 metros cuadrados (484 pies cuadrados), contiene tres secciones. El primero es una cocina donde se preparan comidas calientes. El segundo es un cuarto de lavado con lavadoras y secadoras. El tercero tiene oficinas donde profesionales voluntarios brindan atención psicológica gratuita.
Un alivio para los que sufren
La médica voluntaria Luciana Brotto se emocionó hasta las lágrimas al ver la situación de quienes viven en las calles. “Sé que es un alivio momentáneo”, dijo. “Alguien tiene dolor; damos la medicina que alivia su condición, lavamos y ponemos un vendaje en una herida infectada. Esto lleva a la persona a agradecer de alguna manera a Dios por la bendición de tener a alguien que la cuide en ese momento”.
Brotto, quien ha participado en misiones transculturales en India, Guinea-Bissau y las regiones brasileñas de Piauí y Rondônia, dijo que las suyas son pequeñas acciones, pero “marcan la diferencia, porque mostramos el amor de Dios por cada uno de ellos”.
De vagabundo a voluntario
Cláudio Braga era un vagabundo que finalmente abandonó las calles gracias al trabajo comunitario de una congregación local en Río de Janeiro. Ahora es voluntario en la iniciativa de ADRA.
“Estar aquí hoy es una alegría para mí, porque acciones como esta marcan la diferencia en la vida de estas personas que están en las calles”, dijo Braga. “He pasado por eso y sé que estamos haciendo mucho más que una buena acción. Les estamos mostrando aceptación, que es lo que más necesitan”.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
