Brindando apoyo comunitario vital a quienes lo necesitan

Noticias Adventistas 2024.02.19

En la pintoresca ciudad de Katoomba, enclavada en medio de la impresionante belleza de un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha ido generando un impacto silencioso en la comunidad local.

Durante los últimos cinco años, la despensa de alimentos operada por voluntarios de la iglesia ha sido un faro de esperanza, brindando sustento esencial y fomentando un espíritu de unión.

La despensa de alimentos de la iglesia ha sido un salvavidas para los residentes, ofreciendo un apoyo muy necesario a quienes enfrentan inseguridad alimentaria. Lo que distingue a esta despensa es su compromiso de brindar opciones vegetarianas frescas a todos los que vienen en busca de ayuda. La despensa funciona 100 por ciento con donaciones y el trabajo de voluntarios. No hemos recibido financiación.

Todos los martes por la mañana, sin necesidad de registrarse, los locales son recibidos con los brazos abiertos en la despensa. No solo reciben alimentos vitales, sino también un cálido abrazo de los dedicados voluntarios que dirigen la despensa. No se trata sólo de nutrir los cuerpos; se trata de nutrir los espíritus y fomentar un sentido de pertenencia. Siempre se brinda una cálida bienvenida y una bebida caliente a todos los asistentes.

La iglesia de Katoomba también tiene una tienda de operaciones que comenzó aproximadamente 12 meses después de la despensa de alimentos. La iglesia ha podido ayudar a varias personas sin hogar que ahora tienen alojamiento y necesitan artículos para el hogar. En 2022, la tienda de operaciones donó ropa y ropa de cama a las víctimas de las inundaciones en el área de Penrith-Hawkesbury.

“Estoy muy agradecido a los miembros de nuestra iglesia que se sumaron y apoyaron la idea cuando Joycelyn Pickering la presentó por primera vez en 2017”, dice Bronwyn Hurdle, uno de los miembros de la junta de la iglesia. ”Nuestra misión siempre ha sido algo más que distribuir alimentos; se trata de construir relaciones. Estamos profundamente agradecidos por el apoyo de nuestros voluntarios y la generosidad de nuestros donantes”.

Mientras la despensa marca su hito de cinco años, su impacto es testimonio del poder de la comunidad, la fe y la voluntad de ayudar a los necesitados.

Un reconocimiento especial para Deslie Jackson, Jan Carbury y Lyn Hedley (en la foto de arriba con Bronwyn) por mantener abierta la despensa de alimentos todas las semanas. La despensa no funcionaría sin su dedicación y fidelidad. También agradecemos a Beth Healy y a la iglesia Warrimoo en la parte baja de las Montañas Azules por su apoyo en este proyecto comunitario.


Bronwyn Hurdle escribe desde Katoomba, Nueva Gales del Sur.


Fuente: https://record.adventistchurch.com/