A la mayoría de los seres humanos no les gustan las reglas, especialmente en la adolescencia. Por eso, muchos consideran a sus padres anticuados e ignorantes de la vida. Cuando hablo de temas de noviazgo, muchos jóvenes siempre me hacen la siguiente pregunta, ¿Cuál es la edad más apropiada para casarse?
El adolescente suele sufrir el sentimiento de invulnerabilidad, que consiste en que “hagas lo que hagas, no te pasará nada”, por ejemplo, conducir una moto o un coche a toda velocidad, abusar de la salud, consumir drogas, tener relaciones sexuales antes del matrimonio, etc. Sin embargo, en la vida todo tiene reglas, de lo contrario sería un caos.
Hay reglas en la casa porque contribuyen al buen funcionamiento del hogar, hay reglas en la escuela, hay reglas con los amigos, hay reglas en el deporte, ¡todo tiene reglas! ¿Por qué las cosas del corazón serían el único aspecto de la vida donde no habría reglas que seguir?
El profesor puede ser una influencia positiva en este contexto. Dios, en su infinita sabiduría, ha dejado unos principios claros para este ámbito de la vida y es importante tenerlos en cuenta a la hora de asesorar a los adolescentes y jóvenes.
Recuerda, el matrimonio es una creación de Dios, en la Biblia hay un principio muy importante sobre el matrimonio, “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne”, este pasaje, de manera implícita, deja entrever muchos elementos importantes:
- El casarse implica vivir ¡lejos de los padres! Para esto, se necesita la solvencia económica necesaria que no se obtiene estando en la adolescencia y ni al concluir la carrera profesional. Es posible, que venga a la cabeza la idea de que mis padres van a apoyar económicamente, pero es un error muy grave. Una pareja que necesita tener las bases para comenzar una adecuada vida familiar.
- Implica unirse a su mujer, esto deja ver que casarse es una vivencia donde deben estar los dos juntos, para alcanzar esa armonía que solo la da la convivencia diaria. No es saludable que una pareja de recién casados viva lejos uno del otro, como cuando no han terminado la carrera y deban separarse para concluir este proyecto.
- Finalmente, unirse implica una interacción de tipo sexual, en la cual entre más maduro sea el cuerpo física y emocionalmente, más apropiada será esta experiencia.
La reflexión a la cual los llevo a pensar es que no es sólo una “edad para casarse”, son condiciones y principios apropiados. Es por esto, que solo les doy una formula a seguir. Si es un joven el que pregunta, le digo: termina tu carrera universitaria, trabaja un año y se te ¡urge! casarte, cásate. Si es una señorita la que pregunta le digo, termina tu carrera universitaria, gradúate y cásate si sientes que es la persona apropiada.
Es por esto que White, deja entrever este principio cuando dice: “por esto quisiera aconsejar a los jóvenes en edad de casarse que no se apresuren en la elección de su cónyuge”, ten en cuenta, que está hablándole a jóvenes que están en ¡edad de casarse!, a ser mesurados en esta elección, ¿Cuánto más debe reconsiderar esta decisión un joven adolescente?
Por Dr. José David Fandiño Fandiño, Lic. Psicología, MAT en Relaciones Familiares y PhD, Familia. Catedrático en la Universidad Linda Vista, en Psicología Clínica y de la Salud y la Maestría en Educación Especial y encargado del área de investigación.
Fuente: https://adventisteducators.org/
