Según Mateo, cuando Jesús murió “la tierra tembló, y las rocas se partieron, y los sepulcros se abrieron; y muchos cuerpos de los santos que se habían dormido fueron resucitados; y saliendo de los sepulcros después de su resurrección, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos” (Mateo 27:51-53). Este evento está registrado solo en el Evangelio de Mateo y plantea una serie de preguntas para las que no tenemos respuestas definitivas.
Lo que dice el texto
El texto establece una serie de cosas que son bastante claras y que podemos afirmar. Primero, asegura que Jesús murió y resucitó. Segundo, hubo un terremoto que abrió tumbas y algunos del pueblo de Dios resucitaron. Tercero, su resurrección ocurrió junto con la muerte y resurrección de Jesús, lo que indica que la resurrección de Jesús beneficiará a las generaciones pasadas. Cuarto, esta fue una resurrección corporal, no una simbólica no histórica destinada a afirmar que Jesús tenía poder sobre la muerte. Quinto, el hecho de que los resucitados fueran a Jerusalén y “se aparecieran a muchos” sugiere que no se quedaron entre los vivos para volver a morir, sino que fueron resucitados a la vida eterna.
Muchas preguntas
El pasaje plantea muchas preguntas. ¿Quiénes eran? Muchos cristianos creen que los santos resucitados incluyeron a Adán, José, Moisés y Job. Algunos comentaristas modernos sugieren que entre ellos había patriarcas, profetas y mártires. Otros eruditos han preguntado sobre el criterio que usó Dios para elegir a los resucitados, y algunos han sugerido que eran mártires. 1 La sugerencia parece tener algún valor teológico en el sentido de que aquellos que voluntariamente dieron su vida por el Señor son los primeros en recibir su vida de regreso a través de la muerte del Hijo de Dios. ¿Resucitaron los santos cuando Jesús murió o cuando resucitó?La NKJV parece sugerir que resucitaron el viernes pero permanecieron dentro de la tumba hasta después de la resurrección de Jesús. En ese caso ya todos los efectos prácticos todavía estaban muertos, incapaces de salir de la tumba. El texto también podría traducirse: “Se abrieron los sepulcros. Y muchos cuerpos de los santos que se habían dormido se levantaron y salieron de las tumbas después de Su resurrección”. Los sepulcros fueron abiertos el viernes, pero la resurrección ocurrió el domingo, después de la resurrección de Jesús. 2
su destino final
Mateo dice solamente que los santos se aparecieron a otros en Jerusalén, probablemente para testificar acerca de la resurrección de Jesús. Si hubieran resucitado a la vida eterna entonces, habrían ido al cielo cuando Cristo ascendió. La declaración de Pablo en Efesios 4:8 podría ser útil: “Subió a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres”. El versículo describe dos beneficios de la obra de Cristo: en Su ascensión Él dio los dones del Espíritu a Su pueblo y llevó consigo una hueste de cautivos, llevándolos al cielo como trofeos de Su victoria sobre Satanás y la muerte. Cristo es la primicia de los muertos (1 Cor. 15:20), y los que resucitaron con Él son la primera expresión de Su poder para dar vida eterna a los muertos. Su resurrección anticipa la resurrección escatológica de los justos en la Segunda Venida.
1 Elena de White apoya esta sugerencia; véase The Desire of Ages (Mountain View, California: Pacific Press Pub. Assn., 1898, 1940), pág. 786.
2 Véase ibíd., pág. 787.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
