Cuando el Falcon 9 de SpaceX se lanzó el jueves 14 de julio de 2022 por la noche, el cohete transportaba células musculares donadas por los habitantes de Florida Central a la Estación Espacial Internacional (ISS).
La carga es un experimento realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Florida y AdventHealth para examinar cómo la microgravedad cambia las células musculares. Los hallazgos algún día podrían resultar útiles para los astronautas que pasan largos períodos en el espacio o, para aquellos de nosotros que estamos en la tierra, potencialmente traducirse en nuevas formas de prevenir o revertir la debilidad desarrollada por pacientes confinados a la cama o con movilidad limitada.
“Este es un momento realmente emocionante para nosotros”, dijo Paul Coen, investigador asociado del Instituto de Investigación Traslacional de AdventHealth. “Los chips de tejido son como laboratorios en miniatura que nos permitirán estudiar cómo la microgravedad no solo afecta negativamente la biología muscular, sino que también nos dará la oportunidad de probar contramedidas terapéuticas”.
Los músculos se atrofian y debilitan cuando un paciente no puede moverse, y Coen, que estudia cómo el envejecimiento afecta la pérdida de masa muscular, está buscando pistas para ayudar a las personas a mantenerse más fuertes durante períodos de tiempo más prolongados. Las células que se dirigen a la ISS se dividen en dos grupos: las recolectadas de adultos jóvenes y adultos mayores. Los científicos quieren comprender cómo la microgravedad podría afectar el músculo de los adultos mayores de manera diferente a los adultos más jóvenes.
El LabCube del tamaño de una caja de zapatos que contiene los chips de tejido muscular se congelará y conservará antes de que regrese a la tierra más adelante en el año. Los chips de tejido viajarán a la Universidad de Florida, donde Siobhan Malany, investigadora principal y profesora de la Facultad de Farmacia, realizará una serie de pruebas para determinar el impacto de la microgravedad en las células.
Este es el segundo lanzamiento al espacio de células musculares humanas recolectadas en AdventHealth después de que el primer lote despegara en 2018. Esta vez, la novedad es la estimulación eléctrica integrada en los chips de tejido para que los investigadores puedan simular las células musculares que se contraen a bordo de la ISS. El objetivo es comprender cómo la contracción podría proteger a las células de la microgravedad.
Un estudio separado pero relacionado científicamente financiado por los Institutos Nacionales de la Salud dirigido por Coen también está en marcha en el Instituto de Investigación Traslacional AdventHealth. Pide a los participantes que pasen 10 días en reposo en cama en la Unidad de Investigación Clínica del TRI y compara la masa muscular, el estado físico y otras variables de salud antes, durante y después del período de 10 días. Las personas que participan en el estudio no pueden levantarse y caminar, pero pueden leer, navegar por sus teléfonos o mirar televisión o películas.
“Las habitaciones de nuestra unidad de investigación clínica están muy bien amuebladas y son realmente cómodas”, dijo Coen. “En general, nuestros participantes la pasan bastante bien durante su estadía de 10 días con nosotros”.
Los resultados de la investigación espacial y del reposo en cama podrían algún día ayudar a las personas a recuperarse más rápido después de largas estadías en el hospital o, tal vez, algún día combatir los cambios musculares naturales provocados por el envejecimiento, dijeron los investigadores.
Por Beth Kassab, AdventHealth
Fuente: https://www.adventistworld.org/
